Raúl Martín, a la izquierda, y Tuni, a la derecha.

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La Copa del Rey entra esta noche en una de sus fases decisivas con la disputa de los octavos de final. El Real Mallorca, en pleno proceso de recuperar su identidad, se topa con un partido que puede servir para inyectar una nueva dosis de moral o para hurgar todavía más en la herida. El equipo balear anda más pendiente de lo que sucede en el campeonato regular que de lo que puede llegar a ocurrir en la competición del KO, pero lo que es incuestionable es que esta noche hay partido y hay que afrontarlo con garantías.

El dato principal, desde el punto de vista deportivo, pasa por los cambios, «cuatro o cinco» según Manzano, que introducirá en el equipo. La única duda que tiene en este momento el técnico mallorquinista es conocer si podrá contar o no con Alejandro Campano, duda hasta último momento debido a una contusión en las costillas. Ayer entrenó con normalidad pero no entró al choque con ningún compañero y no será hasta hoy cuando se le efectúe la prueba final y definitiva.

El hecho de que se dispute el partido de ida en Son Moix y la vuelta en Pucela, motiva que el conjunto balear tenga que jugar con mucha inteligencia manejando el partido y, sobre todo, no dejarse sorprender en defensa. La principal preocupación del técnico de Jaén radica en recuperar la solidez defensiva y evitar encajar tantos goles como está encajando durante estas últimas semanas. El equipo anda sensibilizado también con el tema de los goles encajados y hoy el entrenador variará sensiblemente la fisonomía de la línea de cuatro. De entrada, parece clara la inclusión de Fernando Niño en el centro formando pareja con Miquel Àngel Nadal, ya que Federico Lussenhoff no se encuentra en la lista de convocados.

Previsiblemente también habrá cambios en el lateral izquierdo ya que el catalán Miquel Soler tiene opciones de jugar de inicio en lugar de Hipólito Fernández, «Poli». Estos dos cambios parecen claros aunque del centro del campo en adelante se plantean varias dudas. No obstante, y pese a los cambios que se registrarán hoy sobre el césped, el entrenador no quiere tampoco desmontar definitivamente al equipo y alguno de los habituales van a continuar en el once inicial. Al margen de lo puramente deportivo, la noche se presenta fría y posiblemente con lluvia por lo que no se prevé una buena entrada en el estadio de Son Moix.