TW
0

La confirmación matemática aún deberá esperar una semana, pero la presencia del Real Madrid en la fase final de la Copa del Rey es, hoy por hoy, un hecho prácticamente consumado en la misma medida que lo es el adiós del Manresa a la fase final de Valencia, una meta que los catalanes han peleado como titanes, con una dignidad y un carácter dignos de encomio y alabanza.

El conjunto de Ricard Casas puede tener la conciencia muy tranquila. Ha echado el resto, ha luchado y ha soñado con una quimera que hace pocas semanas era pura utopía. Qué más se le puede pedir. El Madrid es siempre el Madrid y siempre conserva ese oficio que dictó sentencia en el Saporta. Hubo que esperar hasta el último cuarto, pero al final apareció y repartió suerte.

La evolución de madridistas y manresanos en la presente temporada revela la denodada lucha de dos equipos en pos de la seriedad necesaria para poder mantener sus respectivos proyectos a flote en una competición cuyo crecimiento obliga a pisar el acelerador constantemente. O estás al día o pasas de moda.

El FC Barcelona precisó la prórroga para derrotar a un Aunacable que deleitó con una de sus mejores actuaciones, aunque la mayor profundidad de banquillo de los catalanes terminó por sentenciar en la fase más interesante del partido. Los errores en el tiro libre -trece- también decidieron.