TW
0

Albert Orfila/Xisco Cruz
«El partido ante el Deportivo va a ser grande, el más grande hasta ahora, porque puede ser el paso previo a la consecución de un título». Apenas horas después de que el Mallorca reventara la Copa con un triunfo glorioso en Riazor, Gregorio Manzano ha querido redactar un discurso cargado de ilusión y prudencia, porque el técnico de Bailén también reconoce que el grupo de Irureta «es capaz de ganar en cualquier sitio». Con todo, el preparador mallorquinista advierte que su equipo puede dinamitar el torneo -«nuestra motivación e ilusión merece un último esfuerzo»- y no se olvida de la actuación de Esquinas Torres: «Nos hizo daño», aclara.

Sabe Manzano que una euforia desmedida puede ser contraproducente, pero tampoco esconde que la cita del 6 de marzo en Son Moix está marcada en rojo. El técnico andaluz dijo ayer que un partido como la vuelta de semifinales ante el Depor «marca una línea entre lo habitual y el éxito, y por eso será un encuentro grande». De todas formas, el preparador mallorquinista incidió en que «sigo soñando con la final, pero creo que la verdadera final para nosotros es la del día 6 ante el Deportivo. Debemos jugar como si el resultado de la ida hubiera sido 0-0, es decir, tenemos que salir a ganar», agregaba.

Interrogado sobre si el descanso de un mes hasta la vuelta puede perjudicar o beneficiar al Mallorca, Gregorio Manzano era diáfano: «Me hubiera gustado que el partido se disputara el próximo miércoles, porque el resultado es de 2-3 y por todo lo que ha sucedido. Otra historia hubiera sido si el partido acaba 0-3, así me daba igual. De todas formas, el Deportivo va a recuperar a jugadores que tiene lesionados como Víctor, Valerón o Molina, y que son muy importantes en la plantilla. Han demostrado que son capaces de ganar en cualquier sitio».

La actuación del colegiado ha enojado al vestuario mallorquinista y Manzano no quiso quedarse al margen. El entrenador rojillo explicó que su actuación «nos hizo daño, porque no fue un hecho aislado o puntual, sino que concede un penalti que nos lleva al desconcierto. Su arbitraje fue parcial, estuvo fuera de contexto, porque fue un partido limpio y quiso compensar no se qué».