Ariel Ibagaza sobre el cesped de Son Moix. Foto: TOMÁS MONSERRAT

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0 MALLORCA: Leo Franco; Cortés, Lussenhoff, Poli, Miquel Soler; Novo (Carlos, min. 84), Lozano, Ibagaza ('Turu' Flores, min. 68) Riera; Etoo y Pandiani.
2 CELTA: Cavallero (Pinto, min. 45); Velasco, Cáceres, Sergio, Sylvinho; Angel, Luccin; José Ignacio, Mostovoi (Catanha, min. 84), Gustavo López (Juanfran, min. 76); y Edú.
GOLES:
0-1, min. 54: Edú.
0-2, min. 64: Edú.
ARBITRO:
Pérez Burrull (C. Cántabro). Amonestó a Lussenhoff (min. 25), Lozano (min. 49) y Poli (min. 78) por parte del Mallorca y a Cáceres (min. 34) y Edú (min. 78) por parte del Celta.
ESTADIO:
Son Moix. Unos 16.000 espectadores.

Miquel Alzamora
Los excesos se pagan y en fútbol más. Ayer el Mallorca cayó ante un Celta que, sin hacer mucho más que los rojillos, acabó sumando tres puntos gracias a que físicamente estaba varios puntos por encima del once bermellón.

El cuadro de Manzano llegó al partido asfixiado, agotado, medio muerto después de un mes y medio de infarto y de un partido, el de Copa, que dejó mella en las piernas de los futbolistas. Además, este equipo tiene once jugadores, doce a lo sumo, y Manzano confía en ellos. El banquillo no termina de darle juego al técnico andaluz y sin ir más lejos, ayer los once que saltaron al césped fueron los mismos que en Riazor ofrecieron un recital de fútbol. Pero ningún concierto es igual al otro y el Celta aprovechó el desgaste mallorquinista para sumar tres puntos.

El partido empezó equilibrado, incluso el Mallorca dispuso de la primera ocasión de gol, pero el disparo de Etoo en el primer minuto acabó con la pelota en las manos de Cavallero.

A partir de ahí, el Mallorca aguantó más la pelota, incluso la jugó, pero se encontró con un hándicap insuperable. Miguel Àngel Lotina había dispuesto un sistema por el cual José Ignacio, Luccin y Àngel, hacían la vida imposible a Ibagaza. El técnico rival, con esta disposición táctica en la zona de creación, había delimitado en exceso la capacidad creativa de Ariel y cuando esto sucede el Mallorca se encuentra perdido, sin hallar el rumbo preciso ni para hacer daño ni para diseñar un plan de ataque. Ariel lo intentó, Pandiani y Etoo se movían creando espacios, pero los balones habitualmente terminaban por estrellarse en la barrera defensiva montada por el Celta.

Cuando el cuadro vigués empezó a darse cuenta de que físicamente la partida estaba ganada, imprimió un mayor ritmo dando protagonismo a Mostovoi, Gustavo López y Edú que, con el paso de los minutos, inquietaron con mucho peligro. Sin embargo, fue Cáceres quien estrelló un balón en el poste, en lo que fue la acción más clara de la primera parte. No obstante, fue en el segundo periodo cuando los verdaderos problemas empezaron a aflorar. A los nueve minutos de la reanudación, Edú se lanza en plancha a rematar una asistencia de Gustavo López y marca el cero a uno. Franco llegó a tocar, pero no lo suficiente para despejar la pelota.

Este gol dio alas al once gallego que apenas nueve minutos después establecía el cero a dos. Otra vez Edú, en esta ocasión desde fuera del área, metió un pelotazo impresionante al que respondió bien Franco, pero ese balón era imparable. Desde ese momento y hasta la finalización del partido pudo más el corazón que la cabeza pero en fútbol una cosa no puede entenderse sin la otra y cuando la fuerzas flaquean las ideas desaparecen. Manzano sacó todos los hombres que en un momento dado pueden hacer gol. Ahí estaban Pandiani, Etoo, Carlos, Ibagaza y Turu pero el marcador no se movió. El once de Manzano perdió. Tal y como está la situación no pasa nada, pero también es cierto que es necesario e imprescindible volver a enchufarse como sea a la Liga.