El primer amistoso de renombre sirvió a la selección nacional
para reivindicarse. Hacía casi 17 años que no ganaba a los
germanos, actuales subcampeones del mundo, y lo hizo en una noche
para el recuerdo de Raúl, que se convirtió en el máximo artillero
de la selección, con 31 tantos, tras hacer su tercer 'doblete' con
España. El «7» dejó atrás a su amigo y compañero Fernando Hierro, a
quien le dedicó el éxito, con una diana impresionante en su
elaboración y ejecución, y además lo hizo ante el mejor jugador del
pasado Mundial y el mejor portero del mundo, Oliver Kahn.
El meta germano abandonó el campo y Son Moix más que enfadado.
Ni siquiera quiso cambiar la camiseta con Iker Casillas. Raúl y sus
compañeros desvelaron que esta remozada Alemania atraviesa por
momentos delicados, aunque cuando llega el momento de la verdad es
cuando los centroeuropeos sacan a relucir su carácter indomable.
Sáez y sus pupilos salieron más que satisfechos. Se hace raro ver
salir a los jugadores alemanes cabizbajos, compungidos y tristes y
ver a sus rivales, en este caso los españoles, rutilantes de
felicidad.
¿Qué hubiera pasado en Seúl en las semifinales del Mundial? Es
lo que muchos se preguntaban echando la mirada ocho meses atrás.
Nadie lo sabrá. Lo que sí que parece claro es que en este momento
la renovación iniciada por Sáez está dando mejores frutos que la de
Rudi Voeller, quien echó en falta a hombres como Michael Ballack.
Pero nadie en la selección echa las campanas al vuelo. En Palma se
cumplió un objetivo importante en cuanto a historia y resultado,
pero no fue sino una prueba para la cita realmente trascendente,
del próximo 29 de marzo, en Kiev, donde Ucrania se presenta como un
rival a tener muy en cuenta y duro en la lucha por estar en la
próxima Eurocopa de Portugal 2004.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.