Ángel María Villar dialoga con Pedro Tomás, presidente de la Liga de Fútbol Profesional, momentos antes de iniciarse la reunión.

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Angel María Villar arrancó la unanimidad de la junta directiva de la Federación Española de Fútbol (RFEF), que acordó «ratificar sus decisiones sobre la destitución del secretario general, manifestar la absoluta confianza en todos sus miembros y emprender acciones para aclarar la situación creada». Después de unas cinco horas y media de reunión, Villar apareció victorioso en la abarrotada sala de prensa de la sede federativa, acompañado de su primer vicepresidente, Juan Padrón, el tesorero, Juan Luis Larrea, y numerosos presidentes de territoriales e integrantes de la directiva, además de su hijo Gorka, que estuvo presente en un momento delicado para su progenitor.

El presidente, que negó haber pensado en dimitir durante unas jornadas en las que ha estado en el ojo del huracán, demostró su confianza en el vicepresidente Juan Padrón y el resto de implicados, caso de Antonio Borrás del Barrio, y tras afirmar que en la RFEF «no hay corrupción», rechazó haber interferido en el trabajo de los miembros del Comité de Competición.

Confianza
La primera referencia de la esperada intervención de Villar fue para el ex secretario general, Gerardo González, despedido el pasado 29 de enero y sobre la que no había hecho comentario alguno. «Nuestra relación estaba basada en la confianza y se ha roto. No voy a explicar porqué la he perdido, ya lo he hecho ante la junta, pero ahora estoy legitimado para tomar esa decisión», indicó.

Villar, que no estableció relación alguna entre la dimisión de los miembros del Comité de Competición el pasado martes y el despido de Gerardo González, lamentó que ésta se produjera cuando él no estaba en Madrid, al estar acompañando a las selecciones sub'21 y absoluta durante su estancia en Mallorca. «En todos estos años, no sólo a este comité sino a todos, les he defendido y lo seguiré haciendo. No he tenido ninguna injerencia en sus decisiones, aunque algunas no me han gustado», dijo Villar, que aclaró que no se designó al juez instructor propuesto por Competición para el caso Gurpegi porque exigía cobrar mucho.

El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) salió en defensa de su vicepresidente Juan Padrón, acusado en diversos medios de comunicación de utilizar fondos pertenecientes a la Federación para fines particulares y de beneficiarse de su cargo como directivo de la conocida firma de ropa deportiva Puma. «Se quiere linchar a una persona por pensar que se ha beneficiado de la Federación. ¿Si fueran ciertas las acusaciones sería para lincharlo?. Estoy totalmente con él y con todos mis compañeros. Ya está bien, usted y algunos como usted no nos van a dar lecciones de ética ni comportamiento», respondió Villar con firmeza.

El presidente, que anunció una remodelación en la estructura de la Federación para breves fechas, no concretó las acciones que llevará a cabo tras la petición hecha por la directiva para «informar, y en todo caso aclarar, sirviéndose de todos los medios que considere oportunos. Vamos a realizar lo que creemos que debemos realizar y pueden hacerlo personas de la casa y de fuera de la casa» indicó Villar, que lamentó que desde dentro de la Federación hayan salido a la luz algunos datos como los publicados estos días, sin acusar a nadie de su filtración, aunque dejó claro que iniciarán una profunda investigación para conocer la fuente de una información que ha puesto contra las cuerdas a una parte de la junta directiva de la Federación, incluido el presidente de la Balear, Antonio Borrás del Barrio.