Angel María Villar arrancó la unanimidad de la junta directiva de
la Federación Española de Fútbol (RFEF), que acordó «ratificar sus
decisiones sobre la destitución del secretario general, manifestar
la absoluta confianza en todos sus miembros y emprender acciones
para aclarar la situación creada». Después de unas cinco horas y
media de reunión, Villar apareció victorioso en la abarrotada sala
de prensa de la sede federativa, acompañado de su primer
vicepresidente, Juan Padrón, el tesorero, Juan Luis Larrea, y
numerosos presidentes de territoriales e integrantes de la
directiva, además de su hijo Gorka, que estuvo presente en un
momento delicado para su progenitor.
El presidente, que negó haber pensado en dimitir durante unas
jornadas en las que ha estado en el ojo del huracán, demostró su
confianza en el vicepresidente Juan Padrón y el resto de
implicados, caso de Antonio Borrás del Barrio, y tras afirmar que
en la RFEF «no hay corrupción», rechazó haber interferido en el
trabajo de los miembros del Comité de Competición.
Confianza
La primera referencia de la esperada intervención de Villar fue
para el ex secretario general, Gerardo González, despedido el
pasado 29 de enero y sobre la que no había hecho comentario alguno.
«Nuestra relación estaba basada en la confianza y se ha roto. No
voy a explicar porqué la he perdido, ya lo he hecho ante la junta,
pero ahora estoy legitimado para tomar esa decisión», indicó.
Villar, que no estableció relación alguna entre la dimisión de
los miembros del Comité de Competición el pasado martes y el
despido de Gerardo González, lamentó que ésta se produjera cuando
él no estaba en Madrid, al estar acompañando a las selecciones
sub'21 y absoluta durante su estancia en Mallorca. «En todos estos
años, no sólo a este comité sino a todos, les he defendido y lo
seguiré haciendo. No he tenido ninguna injerencia en sus
decisiones, aunque algunas no me han gustado», dijo Villar, que
aclaró que no se designó al juez instructor propuesto por
Competición para el caso Gurpegi porque exigía cobrar mucho.
El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF)
salió en defensa de su vicepresidente Juan Padrón, acusado en
diversos medios de comunicación de utilizar fondos pertenecientes a
la Federación para fines particulares y de beneficiarse de su cargo
como directivo de la conocida firma de ropa deportiva Puma. «Se
quiere linchar a una persona por pensar que se ha beneficiado de la
Federación. ¿Si fueran ciertas las acusaciones sería para
lincharlo?. Estoy totalmente con él y con todos mis compañeros. Ya
está bien, usted y algunos como usted no nos van a dar lecciones de
ética ni comportamiento», respondió Villar con firmeza.
El presidente, que anunció una remodelación en la estructura de
la Federación para breves fechas, no concretó las acciones que
llevará a cabo tras la petición hecha por la directiva para
«informar, y en todo caso aclarar, sirviéndose de todos los medios
que considere oportunos. Vamos a realizar lo que creemos que
debemos realizar y pueden hacerlo personas de la casa y de fuera de
la casa» indicó Villar, que lamentó que desde dentro de la
Federación hayan salido a la luz algunos datos como los publicados
estos días, sin acusar a nadie de su filtración, aunque dejó claro
que iniciarán una profunda investigación para conocer la fuente de
una información que ha puesto contra las cuerdas a una parte de la
junta directiva de la Federación, incluido el presidente de la
Balear, Antonio Borrás del Barrio.
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