El vestuario del Real Mallorca se resigna a quedarse de brazos
cruzados y con la boca cerrada ante las actuaciones arbitrales
discutibles que está sufriendo durante estas últimas semanas. La
actuación de Iturralde González el pasado domingo en el Calderón
fue la gota que hizo reventar el vaso y más después de hacerse
oficial que el Comité de Competición ha sancionado con dos partidos
a Harold Lozano, por la acción sobre el delantero rojiblanco,
Fernando Torres.
Precisamente ayer el centrocampista del Mallorca hablaba de esta
situación y se preguntaba si todos los estamentos «van a por
nosotros». «Ni soy un jugador violento, ni reincidente y además, en
esta acción, no fui con mala intención. Menos mal que no soy
reincidente, de lo contrario me habrían metido seis», manifestó el
jugador hispanocolombiano. La cuestión que invade ahora el
vestuario es saber si hay que levantar más la voz, o por el
contrario quedarse callado. «Cuando hablamos -dice Lozano- nos
sacan tarjetas a todos y si te quedas callado más o menos igual»,
puntualizo el futbolista.
Miquel Soler también echó mano de su experiencia para hablar con
criterio respecto a esta polémica cuestión que tiene en vilo a todo
el mallorquinismo. «No sé si protestando conseguiremos algo
-puntualizo el lateral- pero soy partidario de que, de vez en
cuando, hay que dejarse oir. Si eres flexible, indulgente y piensas
que las cosas ya cambiarán sin que tú hagas nada para que cambien,
al final te acaban relegando a la última posición. Soy partidario
de que hay que quejarse cuando realmente tienes motivos para ello»,
manifestó el lateral del Mallorca. La situación es ciertamente
preocupante en la caseta bermellona, pero no sólo preocupan los
errores arbitrales, también la propia estadística que presenta el
equipo rojillo es temible. 6 puntos de los últimos 36 es, como
mínimo, una situación que invita a la preocupación. «Estos números
dan escalofríos», subrayó Miquel Soler. «La Copa nos ha mantenido
distraídos estas últimas semanas pero ya no puede ser más un motivo
de distracción. Si empezamos a esperar a ver que pasa la próxima
jornada nos puede suceder lo mismo que el año pasado», reflexionó
Soler.
Los jugadores del Real Mallorca no quieren ni pensar lo que
supondría volver a meterse en los puestos bajos de la
clasificación, como ya sucedió en el inicio de temporada. De cada
semana hay menos tiempo para reaccionar y esto lo tiene muy
presente el vestuario. «Si te metes abajo -dijo Lozano- es muy
difícil salir y esto precisamente es lo que hay que evitar a toda
costa. Para evitar esto todo empieza por ganar el domingo al
Athletic», declaró el pivote del equipo mallorquinista. La
necesidad de ganar empieza a ser incesante, aunque ganando un
mínimo de cinco partidos, la categoría está prácticamente
asegurada.
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