Mateo Alemany, en una imagen captada durante la rueda de prensa que ofreció en Son Moix. Foto: TOMÁS MONSERRAT.

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El presidente del Real Mallorca, Mateo Alemany, aseguró ayer que la cadena de errores arbitrales que viene sufriendo el Real Mallorca es simplemente «cuestión de fortuna y de mala suerte», aunque sí dejó claro que esta concadenación de fallos se viene produciendo desde que se le levantó la sanción a Ibagaza tras ser expulsado en Riazor.

Alemany se refirió monográficamente en su comparecencia de ayer ante los medios ha hablar sólo de los árbitros y realizó una defensa a ultranza de este colectivo. «Tengo la autoridad moral -dijo Alemany- para quejarme por estos errores ya que, objetivamente, han perjudicado al Mallorca. Pero creo en su honestidad y no es presentable que un club, bien a través de su presidente o de quien sea les insulte», explicó el presidente del Mallorca. Alemany insistió en que los colegiados están «desprotegidos», para añadir que «nadie cuida de su defensa ni por su independencia y de una vez por todas hay que tomar las medidas necesarias para que esta competición sea limpia y los árbitros gocen de la máxima independencia y no estén tan desprotegidos», explicó el responsable del club balear.

Alemany también dejó claro que, tal y como está la situación, sería salir públicamente y criticar a los árbitros. «Eso sería lo fácil. Salir y hacer demagogia y la afición seguro que pide que lo haga pero nunca lo he hecho y tampoco ahora. Lo que pido es protección para los árbitros. Ellos no paran de recibir y no pasa nada. Ni tan siquiera pueden defenderse», apuntó el presidente. Por tal motivo, Alemany, dijo que una de las medidas que debería llevarse a cabo sería «imponer sanciones rápidas, inmediatas, económicas y que inhabilitasen a directivos y entrenadores o, en caso de jugadores, se les sancionara con partidos de suspensión», señaló Alemany. El presidente, lejos de cargar contra los árbitros, entendió su situación de colectivo totalmente abandonado y desprotejido y, en ocasiones, mediatizado por las numerosas críticas recibidas por parte de los clubes.