INTER DE MILÀN: Toldo; Javier Zanetti, Cannavaro, Gamarra, Pasquale; Guly, Dalmat, Cristiano Zanetti, Morfeo; Kallon, y Vieri.
Cambios: Di Biagio por Kallon, Martins por Dalmat y Sergio Conceiçao por Guly.
FC BARCELONA: Bonano; Gabri, Frank De Boer, Puyol, Reiziger; Rochemback, Xavi, Cocu, Motta; Kluivert, y Saviola.
Cambios: Mendieta por Cocu, Riquelme por Rochemback y Anderson por Puyol.
Arbitro: Urs Meier, de Suiza. Mostró cartulina amarilla a Puyol (m.9), Morfeo (m.20) y Cannavaro (m.58).
Lorenzo Martínez|MILÀN
Un Barcelona sin brillo, con el mono de trabajo más puesto que en anteriores ocasiones, se llevó un valioso empate sin goles en su visita al Inter de Milán, lo que le permite acariciar unos cuartos de final que ya tiene prácticamente en su bolsillo. Lo contrario que su rival, que aún debe sufrir. El Barcelona de Antic, además, prosigue con su serie positiva desde que el técnico se hizo cargo del equipo: dos empates y tres triunfos, aunque frena su impresionante récord europeo de once triunfos consecutivos.
El partido, en verdad, no fue bueno. Resultó opaco en su primera mitad y emocionante en la segunda, cuando el Inter puso más garra. Pero el equipo interista volvió a demostrar ayer sus grandes carencias organizativas. Y la pena es que de ello no se haya aprovechado un Barcelona que pudo haber dejado sentenciado su pase. El primer tiempo fue en verdad pobre de juego, emociones y desalentador, en especial del lado de un Inter de Milán que, desde luego, no salió lo «dolido» y con ánimos de «revancha» que habían anunciado sus integrantes en la víspera, salvo con alguna que otra dura entrada al inicio. Un Inter que acusó tanto las numerosas ausencias (Recoba, Córdoba, Almeyda, Emre, Okan, Hernán Crespo) como la falta de un organizador de juego y que en toda la primera mitad apenas avisó de su presencia al meta barcelonista Bonano.
Ante ello, el Barcelona jugó mucho más tranquilo y menos brillante y veloz que hace ocho días. El equipo del técnico Radomir Antic congeló el balón y se mostró atento en cobertura para no sufrir especialmente los contragolpes interistas por la bandas, en especial la temidas subida del argentino Javier Zanetti. Pese a no mostrar el Barcelona un juego brillante, y jugarse casi todo el tiempo en una zona central de una cuarentena de metros, lo que trajo imprecisiones en el pase en una y otra parte, suyas fueron las mejores ocasiones ante la meta rival. Pero Rochemback (m.16) y Gabri (m.31) enviaron fuera lanzamientos dentro del área interista en buenas condiciones, en especial la última, que llegó en una mágica invención del argentino Javier Saviola.
Saviola y Kluivert, los más temidos por los interistas, ya que la movilidad de ambos les destrozó en el «Camp Nou», estuvieron menos vivaces ya que también sus marcadores estuvieron más atentos y salieron a buscarles y no les esperaron cuando tenían el balón. Si el Inter no puso cerco a la meta barcelonista, menos aún lo hizo a partir de la media hora, cuando su técnico, Héctor Raúl Cúper, se vio obligado a sustituir a un lesionado Kallon. El partido, pues, se tornó aún más tranquilo para el Barcelona, que siguió con su medio paso. Al final, un empate que deja mucho más contento al Barcelona.
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