Alemany, junto a Asensio Mosbah. Foto: PERE BOTA

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El Mallorca ha elegido Mestalla. El club balear defenderá la opción de jugar la final de Copa del próximo 28 de junio en Valencia ante la imposibilidad de disputarla en Barcelona, ya que se deberán seguir unos criterios mínimos de proximidad geográfica. El Recreativo, que presentará las sedes de Madrid y Sevilla, intentará que la cita se celebre en la capital, ya que el desplazamiento de su hinchada resultaría «mucho más sencillo», tal y como explicó ayer su presidente Francisco Mendoza. Alemany tiene previsto reunirse con el máximo mandatario recreativista y con Àngel María Villar para intentar alcanzar un acuerdo sobre el enclave en el que se disputará el encuentro; en caso contrario, la junta de la RFEF -que se reúne el 13 de marzo en Pamplona- será la que determine el escenario en el que se jugará la final.

El Mallorca maneja la opción del Mediterráneo para garantizar una amplia presencia de aficionados en el choque ante el Recreativo. El presidente de la entidad isleña ya aseguró tras el ingreso de los bermellones en la final que prefería jugar en Barcelona o Valencia, dos ciudades a las que la hinchada rojilla puede desplazarse en barco. Sin embargo, el club andaluz mantiene la teoría de que jugar en la zona de Levante supondría un agravio para su afición, por lo que presenta Madrid como la mejor opción. Incluso la Federación Andaluza de Fútbol ha redactado un escrito a la RFEF en la que solicita a Villar que la final se juegue en Sevilla.

Así, todo apunta a que la capital puede ser el escenario de consenso, pero en Madrid todo son problemas; el Atlético de Madrid se ha mostrado contrario a ceder el Vicente Calderón, ya que el día anterior a la disputa del encuentro se celebra un concierto para conmemorar el centenario del club rojiblanco. Mientras, durante esas fechas el Real Madrid tiene previsto acometer una serie de reformas en el Santiago Bernabéu, tanto en la sala de prensa como en el palco. La tercera vía es La Peineta, pero su capacidad para albergar eventos de esta magnitud está entre interrogantes.

Las dos entidades tienen un gran interés en conocer cuanto antes el escenario en el que se disputará la final, ya que las dos aficiones empiezan a solicitar entradas para el encuentro.