Gregorio Manzano da instrucciones en el transcurso de un entrenamiento.Foto: TOMÁS MONSERRAT

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Gregorio Manzano ha borrado de su memoria la clasificación para la final de la Copa del Rey y centra todas sus ilusiones en el encuentro que el Mallorca afronta en el escenario de la triunfal batalla ante el Deportivo. El Betis pone a prueba la capacidad de reacción de los mallorquinistas y puede marcar el inicio del despegue definitivo de un conjunto que hasta el 28 de junio tiene un único objetivo que pasa únicamente por mantener la categoría.

El cansancio que pueda haber acumulado la plantilla en un mes de infarto es algo que también preocupa al cuerpo técnico, que pretende dosificar a los jugadores en la medida que las molestias físicas lo permitan. «El equipo está físicamente bien, pero hay jugadores que han salido tal vez demasiado pronto de la enfermería para ayudar al bloque y eso se nota al acumularse los partidos. Es el caso de Vicente, al que opté por no darle tres partidos en una semana porque no le conviene después de más de un año lejos de los terrenos de juego», espetó. El mantenimiento físico de la plantilla no es un problema, lo que me preocupa realmente es mantener la chispa semana tras semana», dijo el entrenador del Real Mallorca, para el que el argumento principal del partido frente al Betis «estará en las bandas y en la frescura de hombres como Riera, Novo o Joaquín, que desequilibran en cada acción».

El técnico de Jaén confesó haber recuperado la «normalidad y la tranquilidad del día a día. Ayer -por el jueves- recibí multitud de felicitaciones y estoy agradecido a todas esas personas que me llamaron, y me disculpo ante el resto, pues tuve que apagar mi móvil porque ya no podía atender a todo el mundo. Ahora hay que llegar a la final con la permanencia conseguida cuanto antes mejor», manifestó, al mismo tiempo que resaltó que «el domingo, el equipo debe recuperar la autoestima en la Liga e imponerse a un rival de gran entidad».

El espíritu de la semifinal es una de las armas que esgrime Manzano, pero en especial, lo que se quiere rescatar es la imagen del equipo en la segunda mitad. «Hay que hacer ver a los jugadores que con ese trabajo colectivo llegó el premio en la segunda mitad. Ese es el camino a seguir en la Liga. El encuentro de ida es un buen espejo en el que reflejarnos. Hay que recordar el buen trabajo que hicimos en el partido de ida», comentó en sala de prensa el actual inquilino del banquillo de Son Moix.

Mentalizar a la plantilla de que la salvación es el eje sobre el que gira la filosofía del club es un cometido que Manzano se ha propuesto como una necesidad de primer nivel y «el equipo está responsabilizado del objetivo prioritario. En su momento disfrutaremos de la final de la Copa del Rey, pero el domingo hay que sacar adelante nuestra competición particular».

El hecho de que desde el mes de noviembre no se hayan sumado los tres puntos en Son Moix y la necesidad extrema de una victoria puede hacer aparecer los nervios si el Betis le complica el partido a los mallorquinistas. Manzano se muestra confiado y cree que «la ansiedad siempre existe y debe reducirse y controlarse. Cuando esa tensión se libera, aparece la confianza y la seguridad. Buena muestra la tenemos en el partido del miércoles».

Todo apunta a que serán escasas las novedades que presente el once respecto al que se midió al Deportivo. La única baja que preocupa es la del sancionado Marcos. Manzano anticipó que «habrá pocos cambios, como máximo dos». Sobre el rival de turno, Gregorio Manzano no escatimó elogios para el Real Betis, al que calificó de temible. «Una vez más, está arriba y luchando por cosas importantes. Es un equipo equilibrado, pero con problemas en ataque, aunque del centro del campo en adelante es un bloque desequilibrante. Además, vendrán dolidos después de caer derrotados en el derby ante el Sevilla y no hay que descuidarse, pues nuestra situación ahora mismo no invita a tener un nuevo resbalón en nuestro campo», resumió el rostro visible del cuerpo técnico balear. Cuestionado por el hipotético escenario de la final, Manzano no dudó en afirmar que prefiere «una ciudad a la que nuestros socios y simpatizantes puedan acceder y llegar sin demasiados problemas. Tengo entendido que el Recreativo ha solicitado que sea en Sevilla. Hacen bien, pero nosotros también mostraremos nuestras preferencias a la hora de hacer pública nuestra sede».