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J.Antonio Diego|BIRMINGHAM
Manuel Martínez, leonés de 28 años adiestrado por Carlos Burón, se convirtió en Birmingham en el primer atleta español campeón del mundo en pista cubierta al cabo de una portentosa exhibición en la final de lanzamiento de peso que incluyó cuatro tiros por encima de los 21 metros. El atletismo español, que ha tenido ilustres campeones mundiales en marcha, maratón y en longitud al aire libre, hasta hoy no había ganado, entre sus 17 medallas en Mundiales en sala, ninguna de oro. Un solo centímetro dio el título y un premio de 40.000 dólares al capitán de la selección española, que arrebató el primer puesto a John Godina justo en la última ronda, al lanzar 21,24 metros. El estadounidense, que aún tenía la última palabra, no aguantó la presión del lance y no pasó de 20,66 en su último tiro.

La serie de Manuel Martínez fue, sin lugar a dudas, la mejor y más consistente de su vida. Empezó con 20,73 y continuó con 21,14, 21,07, 21,01 y 20,70 hasta rematar su actuación con ese lanzamiento de 21,24 metros que, sin ser récord de España (lo tiene en 21,26) pasará a la historia como la marca que alumbró al primer campeón mundial español bajo techo. John Godina había empezado con dos nulos pero en cuanto acabó de ajustar el tiro se descolgó, en el tercero, con 21,23, con el que desplazaba a Manuel Martínez al segundo puesto. El agónico postrer esfuerzo del español le dio la medalla de oro.

El resto de la jornada fue notable para España y terminó con la clasificación de Marta Domínguez -por puestos- y Amaia Piedra -por tiempos- para la final de 3.000 metros. Yago Lamela impresionó a sus adversarios con una presencia tan pletórica como fugaz sobre la pista. Se fue en su primer salto hasta los 8,12 metros y, con la tarea cumplida, recogió sus pertenencias para dejar a sus rivales pegándose por las otras siete plazas de finalista. Nadie más que él fue capaz de pasar de los ocho metros.

Las ausencias del cubano Iván Pedroso, pentacampeón mundial en sala, y del estadounidense Savante Stringfellow convierten al español en favorito indiscutible para ganar el sábado la medalla de oro en Birmingham. El sevillano Raúl Fernández, campeón de Europa el pasado año en Viena por delante de Lamela, se quedó fuera de una final barata a la que se pasó con sólo 7,84 metros, cuatro centímetros más que la marca del español.

Juan Carlos Higuero y Roberto Parra, los dos españoles del 1.500, estarán en la final del sábado después de pasar con sendos segundos puestos la temible criba de las series. Sólo se clasificaban los dos primeros más 3 tiempos- con sendos segundos puestos. Higuero, ahora más favorito tras la eliminación del último campeón, el portugués Rui Silva, tuvo problemas en el primer kilómetro pero le sobró fuerza para salir al final y llevarse del grupo al keniano Cornelius Chirchir. Parra sigue sin tomarle la medida a la distancia. La de hoy era su quinta carrera de 1.500 y sigue sin tener «sensaciones», según dice. Hizo una carrera más sostenida, tirando en dos ocasiones, y llegó a la meta con más apuros que el burgalés.

Carlota Castrejana accedió con un registro de 14,20 metros a su tercera gran final de triple salto. El año pasado estuvo en los dos campeonatos de Europa, el próximo domingo disputará por vez primera el concurso decisivo en un Mundial. La riojana tuvo esta vez la suerte de cara. Con un centímetro menos no habría pasado, como les ocurrió a la campeona olímpica, Tereza Marinova, y a la campeona mundial, Tatyana Lebedeva. En 800 metros, la vallisoletana Mayte Martínez venció sin aparente esfuerzo en la tercera serie con un tiempo de 2:05.16 y además tuvo suerte en el reparto de las semifinales pues le tocó la segunda, en la que, de las tres grandes, sólo está la austríaca Steffi Graf. Conseguir uno de los tres primeros puestos que dan acceso directo a la final está al alcance de Martínez.