La serie de Manuel Martínez fue, sin lugar a dudas, la mejor y
más consistente de su vida. Empezó con 20,73 y continuó con 21,14,
21,07, 21,01 y 20,70 hasta rematar su actuación con ese lanzamiento
de 21,24 metros que, sin ser récord de España (lo tiene en 21,26)
pasará a la historia como la marca que alumbró al primer campeón
mundial español bajo techo. John Godina había empezado con dos
nulos pero en cuanto acabó de ajustar el tiro se descolgó, en el
tercero, con 21,23, con el que desplazaba a Manuel Martínez al
segundo puesto. El agónico postrer esfuerzo del español le dio la
medalla de oro.
El resto de la jornada fue notable para España y terminó con la
clasificación de Marta Domínguez -por puestos- y Amaia Piedra -por
tiempos- para la final de 3.000 metros. Yago Lamela impresionó a
sus adversarios con una presencia tan pletórica como fugaz sobre la
pista. Se fue en su primer salto hasta los 8,12 metros y, con la
tarea cumplida, recogió sus pertenencias para dejar a sus rivales
pegándose por las otras siete plazas de finalista. Nadie más que él
fue capaz de pasar de los ocho metros.
Las ausencias del cubano Iván Pedroso, pentacampeón mundial en
sala, y del estadounidense Savante Stringfellow convierten al
español en favorito indiscutible para ganar el sábado la medalla de
oro en Birmingham. El sevillano Raúl Fernández, campeón de Europa
el pasado año en Viena por delante de Lamela, se quedó fuera de una
final barata a la que se pasó con sólo 7,84 metros, cuatro
centímetros más que la marca del español.
Juan Carlos Higuero y Roberto Parra, los dos españoles del
1.500, estarán en la final del sábado después de pasar con sendos
segundos puestos la temible criba de las series. Sólo se
clasificaban los dos primeros más 3 tiempos- con sendos segundos
puestos. Higuero, ahora más favorito tras la eliminación del último
campeón, el portugués Rui Silva, tuvo problemas en el primer
kilómetro pero le sobró fuerza para salir al final y llevarse del
grupo al keniano Cornelius Chirchir. Parra sigue sin tomarle la
medida a la distancia. La de hoy era su quinta carrera de 1.500 y
sigue sin tener «sensaciones», según dice. Hizo una carrera más
sostenida, tirando en dos ocasiones, y llegó a la meta con más
apuros que el burgalés.
Carlota Castrejana accedió con un registro de 14,20 metros a su
tercera gran final de triple salto. El año pasado estuvo en los dos
campeonatos de Europa, el próximo domingo disputará por vez primera
el concurso decisivo en un Mundial. La riojana tuvo esta vez la
suerte de cara. Con un centímetro menos no habría pasado, como les
ocurrió a la campeona olímpica, Tereza Marinova, y a la campeona
mundial, Tatyana Lebedeva. En 800 metros, la vallisoletana Mayte
Martínez venció sin aparente esfuerzo en la tercera serie con un
tiempo de 2:05.16 y además tuvo suerte en el reparto de las
semifinales pues le tocó la segunda, en la que, de las tres
grandes, sólo está la austríaca Steffi Graf. Conseguir uno de los
tres primeros puestos que dan acceso directo a la final está al
alcance de Martínez.
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