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Elena Gómez regresa a la competición en la prueba de la Copa del Mundo que hoy se inicia en París. Tres meses después de colgarse la medalla de oro en Debrecen (Hungría), la gimnasta mallorquina aspira a alcanzar su mejor nivel en tierras francesas, sin renunciar a nada. Finalmente participará en tres aparatos (suelo, barra y paralelas) y quiere estar en las finales del domingo. Inicialmente Elena Gómez se desplazaba a París con el objetivo de volver a la competición y para participar sólo en los aparatos de barra y paralelas. Su gran meta es el Campeonato del Mundo de Anaheim (Estados Unidos), pero su carácter le impide ser conformista. Jesús Carballo se acercó el viernes para ver la composición de los jueces, consideró que sus decisiones serían neutrales y decidió inscribirla también la modalidad de suelo.

Más reducidas son sus posibilidades en las paralelas. La mallorquina prácticamente no ha competido a nivel internacional en esta modalidad y el potencial de sus rivales dificulta su participación el domingo. Elena Gómez continúa preparando su nuevo salto y no va a presentarse en este aparato.

Los acontecimientos modificaron los planes y Elena ya piensa en las finales. Su potencial en suelo ya es conocido mundialmente y entra en la lista de favoritas para ocupar una de las ocho plazas para la final. Su ejercicio en la barra de equilibrios también es sobresaliente y si le acompaña la fortuna también cuenta con muchas opciones de ser finalista en esta modalidad. En Debrecen no tuvo fortuna y se quedó a las puertas de la final, pero quiere quitarse la espina en París.

Elena Gómez es la única representante española en esta prueba de la Copa del Mundo en la categoría de féminas. Las reglas de la competición impiden que participen menores de 16 años en estas pruebas y las componentes del equipo nacional mayores se encuentran en periodo de recuperación de sus lesiones. La gimnasta mallorquina ha trabajado bien y llega a la cita parisina en un buen momento.