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Dejan Bodiroga, el que para muchos es hoy por hoy el jugador más resolutivo de la ACB y uno de los mejores del continente, puede presumir al mismo tiempo de ser un enamorado de Mallorca. Acompañado de su pareja, el alero y jugador franquicia del Fútbol Club Barcelona disfrutó ayer de un día de relax en Ciutat. Bodiroga, que por lesión se perdió el encuentro ante el Leche Río Breogán, que tuvo que presenciar desde la grada, disfrutó con su acompañante de una soleada matinal paseando por el Passeig Marítim. Desde siempre el yugoslavo se ha confesado como un enamorado de España, aprovechando cualquier tiempo muerto que ofrece la competición para conocer sus rincones más idílicos. «Me encuentro cómodo y la gente me trata muy bien. Es un país en el que me encantaría vivir durante muchos años», dijo Bodiroga.

La Euroliga, cuya final a cuatro se disputará en el Palau Sant Jordi, es otro de los objetivos del campeón del Mundo en Indianápolis'2002. «Se trata de otra competición reñida y en la que ir de favoritos y anfitriones puede jugar en nuestra contra», añadió el artífice del triunfo azulgrana en la última edición de la Copa del Rey, que en la tarde de ayer regresó a la Ciudad Condal para proseguir su recuperación y regresar al trabajo.

En un tono distendido, el yugoslavo se mostró encantado con el clima de la isla. «Es un lugar precioso e ideal para descansar. Seguro que repetiré», manifestó Bodiroga, que pudo conocer los encantos de la isla con motivo de la disputa del Ciutat de Palma, en el que los de Pesic se midieron al Adecco Estudiantes.

Sobre la situación deportiva de la sección de baloncesto del Fútbol Club Barcelona, Bodiroga destacó que «el liderato que ocupamos en la Liga no quiere decir nada, pues la igualdad existente entre los equipos hace que la competición se decida en los playoffs».

«Nos queda lo más difícil en ambas competiciones y no podemos bajar la guardia, pero de vez en cuando viene bien tomarse un respiro», espetó Bodiroga.

En la presente temporada, Dejan Bodiroga, que anteriormente militó en el Real Madrid, ha promediado casi dieciocho puntos en los veitiún encuentros que ha disputado a las órdenes del técnico que mejor le conoce, Svetislav Pesic.

Su gran dominio del balón y el sentido especial que posee para controlar el tiempo del partido en todas sus fases le convierten en un jugador temible y un aval seguro para el que logra hacerse con los servicios de una de las figuras más relevantes del mundo de la canasta lejos de la liga profesional americana.