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Los números de Xavi Sastre dicen que con dos victorias, el Drac Inca obtendría la salvación automática, evitando unos play-offs de descenso que una vuelta atrás, cuando los de es Raiguer visitaban el Príncipe Felipe con diez derrotas en sendos encuentros, era algo impensable. Un triple milagroso sobre la bocina de Javier Bulfoni estrenaba el casillero de victorias (80-81) y significaba el punto de arranque de una trayectoria desenfrenada.

Consumada la hazaña, a cinco partidos para la conclusión de la liga regular el panorama es radicalmente opuesto. El CAI Zaragoza está por debajo del Drac Inca en las horas previas a un nuevo cruce que no ha podido ofrecer el regreso de Oliete al Palau, que el domingo (18:30 horas) acogerá una final resolutiva para los intereses de ambos conjuntos. Desde el pasado 17 de noviembre, cuando Los Barrios arrasó en Inca (59-83), los de Sastre no conocen la derrota en su feudo -a excepción de la semifinal de la Copa- y mantener esta dinámica, añadida a un triunfo en Tarragona, supondría consumar la realización de un sueño que se convirtió en pesadilla por el devenir de un primer tramo de competición desolador.

El CAI no escatima esfuerzos, y en la jornada de ayer presentó a Alfred Julbe. El técnico catalán regresa al banquillo zaragozano siete años después con la intención de salvar un proyecto que ha ido de más a menos. Julbe dirigió en la pasada campaña al Cáceres, aunque anteriormente estuvo al frente de otros conjuntos de talla en la ACB, caso del Joventut de Badalona -con el que ganó la Copa del Rey en el año 97- o el Valvi Girona.