TW
0

EFE|MADRID
El sorteo de los cuartos de final de la Liga de Campeones, celebrado ayer en Nyon (Suiza), contentó al actual campeón, el Real Madrid, y al anfitrión de la final, el Manchester United, que deseaban cruzarse en esta ronda, y deparó un doble duelo hispano-italiano, entre el Juventus y el Barcelona y entre el Inter de Milán y el Valencia. Los cuartos de final más potentes de la Liga de Campeones, cuyos componentes suman un total de 25 Copas de Europa, se completan con el enfrentamiento entre el Ajax de Ronald Koeman y el Milán de Carlo Ancelotti.

Alex Ferguson, el técnico del Manchester United, quería al Real Madrid, porque asegura haber aprendido la lección de entonces y contar con un equipo con mayor experiencia. El Juventus, por el contrario, lidera el campeonato italiano, frente al acoso del Inter y del Milán, ha tenido más problemas de los esperados en la segunda fase de la Liga de Campeones, que concluyó con una afortunada victoria en el último minuto ante el Deportivo de la Coruña y una derrota en el terreno de juego del Basilea suizo (2-1).

El Real Madrid puede darse por satisfecho porque tanto su presidente, Florentino Pérez, como la mayoría de los jugadores habían expresado su preferencia por el Manchester, un equipo que deja jugar, apuesta por el ataque y tiene problemas en defensa. El factor campo, además, no tendrá tanta trascendencia, porque el conjunto madridista ya sabe lo que es salir ovacionado del «teatro de los sueños», tras exhibirse en los cuartos de final de la temporada 1999-2000.

En aquella ocasión, también tuvo que jugar el partido de ida en el Bernabéu y, pese a viajar a Manchester con un empate sin goles, cuajó una actuación memorable (2-3). El Manchester tampoco tiene motivo de queja, porque prefiere encontrarse en estas circunstancias con el conjunto de Vicente del Bosque.

Es, en cualquier caso, un choque estelar, un duelo de pistoleros anticipado por un anuncio comercial de una bebida refrescante que opondrá al francés Zinedine Zidane ante el argentino Juan Sebastián Verón, a David Beckham frente al portugués Luis Figo o al acierto del holandés Ruud van Nistelrooy, frente al poder ofensivo de Raúl González y del brasileño Ronaldo. El ganador de la eliminatoria se cruzará en semifinales con el vencedor del Juventus-Barcelona, lo que podría propiciar un nuevo enfrentamiento entre madridistas y barcelonistas por un puesto en la final, como hace un año. Para eso, el Barcelona deberá superar al actual campeón italiano, el Juventus de Marcello Lippi, quien había manifestado su deseo de jugar contra el equipo de Radomir Antic.

El Juventus, líder de la competición italiana, vuelve a contar en Europa con la mano de Lippi, con quien disputó tres finales consecutivas y logró un título (1996). Ambos viven realidades opuestas. El Barcelona camina invicto, con una portentosa trayectoria en la Liga de Campeones (13 victorias y un empate) y paga sus errores en la Liga española, en la que aún mira con más desconfianza hacia el fondo de la tabla que hacia los puestos de cabeza.

La otra eliminatoria hispano-italiana la disputarán el Inter de Milán y el Valencia, en lo que supone el regreso del preparador argentino Héctor Cúper a Mestalla, el estadio que le pitó en su primer año en el club levantino y que posteriormente le encumbró cuando alcanzó la final ante el Real Madrid. Ofrece, además, una oportunidad de revancha al conjunto del madrileño Rafael Benítez, que el año pasado fue eliminado de la Copa de la UEFA por el Inter de Milán, después de un increíble partido en que el ex jugador valencianista Rafael Farinós acabó ejerciendo de guardameta tras la expulsión de un futbolista italiano.

Si el Valencia supera al Inter de Milán, su rival en la semifinal saldrá del ganador del Ajax de Amsterdam-Milán, una eliminatoria que parece más favorable para el conjunto italiano debido a la enorme inexperiencia de los holandeses.