El Drac Inca pasea por el precipicio

DRAC INCA (21+17+26+23):Sergio Rodríguez (2), Paris Bryant (21), Javier Bulfoni (18), Leo Gutiérrez (7), Walls (24), -cinco inicial-, Alzamora (2), Miki López (7) y Txomin López (6).

24 de 53 en tiros de dos puntos, 5 de 19 en triples y 24 de 32 en tiros libres, 37 rebotes (16 defensivos y 21 ofensivos) y 24 faltas personales.

TENERIFE (27+21+18+33):Nacho Yáñez (16), David Gil (11), Sitapha Savane (21), Kenny Miller (6), Iván Rodríguez (20), -cinco inicial- Patricio Reynés (4), Fernando Ovelleiro (2), Santi Toledo (14), Diego Sánchez (0) y Francesc Sabaté (5).

19 de 24 en tiros de dos puntos, 11 de 19 en triples y 28 de 35 en tiros libres.26 rebotes (23 defensivos y 3 ofensivos) y 26 faltas personales.

Àrbitros:Mauri Roldán y López Garrido (Cataluña). Señalaron falta intencionada a Alberto Alzamora (minuto 15). Además, eliminaron por cinco faltas personales a Santi Toledo (minuto 36) y Javier Bulfoni (minuto 39).

Fernando Fernández

El Unelco Tenerife resultó un escollo de demasiado volumen para un Drac Inca que rozó la épica hasta que los colegiados se encargaron de desequilibrar una contienda en la que los de Paco García exhibieron la teórica superioridad (87-99) que se presuponía e hicieron valer la profundidad de su banquillo y la incontable variedad de recursos para saldar con nota su último tránsito por la competición regular.

Ahora aguarda un Ulla Oil Rosalía con el que habrá en juego mucho más que una simple eliminatoria. El ser o no ser del baloncesto mallorquín dentro del panorama nacional se echará a suertes en una serie en la que el Drac Inca tendrá a favor contar con el factor cancha. El próximo miércoles se vivirá el primer asalto de un enfrentamiento dramático.

La sobriedad del Tenerife quedó patente desde el salto inicial, pese a que Drac Inca intentó plantar cara en los albores de un choque sin color en muchas de sus fases. Savane hacía subir al luminoso la primera ventaja del cuadro canario (7-8) y desde ese momento el panorama no ofreció grandes variaciones. El festival de triples protagonizado por Iván Rodríguez, Santi Toledo y Nacho Yáñez sirvió para marcar distancias y romper una contienda que alcanzó su primer punto álgido con un 15-24 esclarecedor y mostró las intenciones de un campeón que no vino dispuesto a regalar el triunfo en un Palau que registró el ambiente de las mejores ocasiones. Los triples no entraban y Rocky Walls se convertía en la alternativa bajo los tableros ante la intimidatoria presencia de Savane y Toledo. Pese a todo, los de Xavi Sastre sepermitían el lujo de seguir con vida tras un primer cuarto plagado de tensión e intensidad.

La falta intencionada señalada sobre Alberto Alzamora marcó un punto de inflexión que sería irreversible para el Drac Inca. En ese punto de la contienda, el Tenerife alcanzaba los diez puntos de ventaja (31-41) y no había marcha atrás. Sabaté remataba la faena y ya eran doce los puntos que separaban al Drac Inca de una salvación que hace unas semanas era toda una utopía.

Pero el panorama cambió de forma radical tras el paso por el vestuario. David Gil quiso aguar la fiesta, como no, desde la línea de 6,25, pero Drac Inca inició una remontada que ubicó a los baleares a sólo dos puntos de un Tenerife intimidado por la grada, que en ese momento ejerció de sexto hombre.

De esta forma, los últimos diez minutos adquirían un talante muy especial (64-66), con un Drac Inca que apuraba al máximo sus recursos para seguir con vida dentro de una jornada en la que los marcadores no invitaban al optimismo y hacían más importante si cabe el triunfo en el Palau. Nada más lejos de la realidad, pues en un momento de esplendor, Unelco Tenerife derrochó toda su clase en una serie de acciones acompañadas por un cúmulo de errores arbitrales que decantaron del todo la balanza a favor del cinco de Paco García. En el preciso momento en el que Bryant alimentaba las ya escasas esperanzas del Drac Inca (69-73), Mauri y López privaban a los de Sastre y daban la vida suficiente a un Tenerife que salió del paso a base de sacar jugo a Savane.