MANCHESTER UNITED: Barthez, Brown, Ferdinand, Silvestre, O'Shea, Solskjaer, Butt, Keane, Verón, Giggs y Van Nistelrooy.
Cambios: Beckham por Verón, Neville por Silverter y Fortune por Keane.
REAL MADRID: Iker Casillas, Míchel Salgado, Hierro, Helguera, Roberto Carlos, Makelele, Guti, Figo, Zidane, McManaman y Ronaldo.
Cambios: Solari por Ronaldo, Portillo por McManaman y Pavón por Fifo.
Arbitro: Pierluigi Collina (ITA). Amonestó a Verón, Figo y Fortune.
Goles:
0-1, Minuto 12, Ronaldo.
1-1, Minuto 43, Van Nistelrooy.
1-2, Minuto 50, Ronaldo.
2-2, Minuto 52, Helguera, en propia meta.
2-3, Minuto 59, Ronaldo.
3-3, Minuto 71, Beckham.
4-3, Minuto 84, Hierro en propia meta.
José Antonio Pascual|LONDRES
Ronaldo Nazario, el «rey de Yokohama», cuajó una de esas actuaciones que entran de golpe en los libros de historia con la que el Real Madrid destrozó el sueño del Manchester, por 4-3, y se metió con jerarquía en las semifinales de la Liga de Campeones.
Del último enfrentamiento de hace tres años en el «Teatro de los Sueños» aún sigue muy fresca la enorme jugada del argentino Fernando Redondo y los dos goles de Raúl, y a partir de ahora se recordará el grandísimo encuentro de Ronaldo, que despidió al brasileño cuando fue sustituido por Solari con una ovación de gala y puesta en pie, todo un ejemplo de deportividad que no se repitió cuando se marchó el inglés Steve McManaman. El encuentro de vuelta tuvo unos preludios inesperados y sorprendentes, porque ambos técnicos se guardaban una bomba. Sir Alex Ferguson la de la suplencia de un jugador emblemático como David Beckham y Vicente del Bosque la de la titularidad de McManaman en detrimento de Flavio Conceicao, así como la ubicación de Guti en la medular para aprovechar su manejo de balón y su visión.
Al entrenador español le salió mucho mejor la jugada, indudablemente, porque el Madrid mandó el partido a su antojo en la primera media hora y, encima, Guti conectó con Ronaldo a los doce minutos y el fenómeno demostró, con su velocidad y precisión, que no llegaba a Old Trafford a pasear. Aumentaron algo la presión sobre el balón y el hombre récord de la temporada, Van Nistelrooy, aprovechó a puerta vacía un centro-chut de Solskjaer, y lo hizo en un momento clave, justo antes del descanso (m.43).
La salida del segundo tiempo no fue demasiado halagüeña para el equipo español, que pareció demasiado encerrado en su área ante la ofensiva inglesa. En cambio, encontró la sentencia en un contragolpe que acabó con un balón de Figo al larguero y en la continuación de la jugada se encontraron con una precisión matemática Zidane, Roberto Carlos y Ronaldo, que fusiló sin oposición al Manchester, porque para seguir en liza necesitaba cuatro tantos y vencer al menos por 5-2.
Para su fortuna, los «diablos rojos» se encontraron justo después con un autogol de Helguera que devolvió las tablas (m.52) con mucho tiempo por delante para buscar ese milagro en el que se había convertido la eliminatoria. Para bien del espectáculo el Manchester United no quiso ser un invitado a la fiesta de Ronaldo. Quiso despedirse con orgullo de una edición de cuya final es anfitrión y demostrando que también es un conjunto con estrellas, al menos en ataque. Beckham salió del castigo de la suplencia para poner el 3-3 con uno de sus preciosos lanzamientos de falta, y luego con la ayuda de Hierro lograr el cuarto.
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