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José A. Pascual|JEREZ
José María Gutiérrez «Guti» ha originado el primer sobresalto en la concentración de la selección española, que el sábado recibirá a Grecia en Zaragoza en partido clasificatorio para la Eurocopa 2004, ya que ha sufrido un esguince en el tobillo derecho que le complica su presencia en La Romareda. Guti se lesionó de manera fortuita. Todo el grupo estaba haciendo carrera continua a las órdenes de Manuel Delgado Meco, preparador físico de la selección, en el campo de fútbol del complejo de Montecastillo, y el madridista pisó en un hoyo y se lastimó. Rápidamente fue atendido por los fisioterapeutas de la selección y por el doctor Genaro Borrás, quien tras la primera exploración afirmó que sufre un «esguince severo en el ligamento lateral de su tobillo derecho».

Borrás explicó que el percance le provocó un gran dolor a Guti, cuyo tobillo se inflamó rápidamente, por lo que tuvo que ser trasladado al hotel. El tratamiento será reposo y antiinflamatorios. El traumatólogo de la selección se puso en contacto rápidamente con el médico del Real Madrid Juan Carlos Hernández, quien «es optimista, porque ha dicho que Guti suele evolucionar bien a este tipo de situaciones».

Sobre Guti, quien entre signos de dolor dejó escapar alguna leve sonrisa al abandonar la zona de entrenamiento, Borrás señaló que «conoce la lesión mucho mejor que cualquiera, porque ya la ha tenido en los dos tobillos. Cree que en las próximas 24 o 48 horas se puede recuperar». El zurdo madridista, quien no jugó la última jornada ante el Celta por sanción, es una de las opciones que maneja Iñaki Sáez, seleccionador nacional, para acompañar en el doble pivote al realista Xabi Alonso, quien haría en este caso la función de hombre más retrasado dejando al madridista como medio centro más ofensivo. Su percance alteró una mañana tranquila y soleada en Montecastillo. La selección, que se completará con la llegada de Madrid Míchel Salgado, con permiso debido al fallecimiento de su padre, se ejercitó en una sesión de regeneración y hasta distraída, que tuvo como colofón un partido a menos de medio campo entre dos equipos de ocho jugadores.