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Rumanía es una de las grandes potencias de la gimnasia artística femenina y ayer evidenció en Pozuelo su enorme calidad. Se impuso en el apartado de equipos en el encuentro internacional España-Brasil-Rumanía y clasificó a Oana Van y Silvia Estroescu como las primeras en individual. Elena Gómez fue tercera, después de ganar en los aparatos de suelo y paralelas.

Hace mucho tiempo que Elena Gómez no sabe lo que es perder en suelo. Desde que la gimnasta mallorquina se colgara la medalla de oro en el Campeonato del Mundo de Debrecen (hace ya siete meses) no ha perdido en ninguna de las pruebas en las que ha participado. Ayer tenía un importante test en Pozuelo y volvió a responder con contundencia.

Rumanía es una de las mejores selecciones del mundo, favorita para luchar por las medallas en los mundiales y en los Juegos Olímpicos, y Brasil cuenta con excelentes deportistas, especialmente en la modalidad de suelo. Pero a Elena Gómez parece no preocuparle el nivel de sus adversarias. Volvió a mostrar su ejercicio y obtuvo un 9.675, la nota más alta de la jornada.

No fue en el único aparato en el que se colgó la medalla de oro, ya que en paralelas también cuajó una excelente actuación con su nuevo ejercicio y obtuvo un 9.450.

La nota de Elena Gómez en salto fue de 9.200 puntos, pero fue la barra la que le condenó al tercer puesto. Las rumanas puntuaron muy alto en este aparato, pero las notas de las españolas fueron muy bajas. La mallorquina logró un 8.650 a pesar de no sufrir ninguna caída.

Elena Gómez y Patricia Moreno fueron las únicas componentes del equipo español que salieron en los cuatro aparatos, mientras que Sara Moro, Lénika de Simone, Mónica Mesalles y Melody Pulgarín (gimnasta júnior, tercera en la Copa de España) rotaron en el resto. Laura Campos, que continúa lesionada, no participó en la prueba.