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Mientras a la prensa nacional e internacional se le agotan los calificativos para describir el tenis de Rafael Nadal, el jugador manacorí continúa fiel a sus ideas. Sigue considerando un premio estar en la tercera ronda de Wimbledon, pero saltará hoy a la pista con el único objetivo de doblegar a Paradorn Srichaphan.

En su primer año en el circuito profesional, Rafael Nadal ha conseguido convertirse en uno de los grandes protagonistas. Ha sido la tónica habitual que recibiera alabanzas en todos los torneos en los que ha participado, pero Wimbledon se presentaba diferente. Es su primer Grand Slam y ha llegado después de sufrir una lesión en el codo derecho que le ha tenido un mes alejado de la competición. Pero al tenista mallorquín parece que todos los retos se le quedan pequeños.

En su estreno en Wimbledon exhibió un gran nivel y doblegó con contundencia a Mario Ancic. El croata es uno de los jugadores más prometedores del circuito y es un auténtico especialista en pista rápida. Pero cuando Nadal está en la pista la pelota que viaja más rápido es la suya. Ganó los dos primeros sets con autoridad y sentenció en el cuarto.

Frente a Lee Childs el partido tuvo menos historia. El británico había recibido una invitación de la organización para jugar el cuadro final, pero Rafael Nadal ya no se permite el lujo de perder ante el 470 del mundo, aunque juegue como local.

Su victoria en tres sets le ha situado en tercera ronda donde se enfrentará a Paradorn Srichaphan. El tailandés ha necesitado de los cinco sets en los dos encuentros previos, incluso Oliver Mutis tuvo dos pelotas de partido para eliminarle.