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Europa Press|SEDAN
El cántabro del equipo holandés del Rabobank, Oscar Freire, admitió que no contó con las mejores sensaciones en la segunda etapa del Tour de Francia que concluyó en Sedan y donde se le escapó la oportunidad de luchar por una victoria en el 'esprint' que fue a poder del australiano Baden Cooke. «Era un buen día pues para el esprint. Estaba cantando que se llegaría y hoy no me he encontrado tan bien, en los últimos metros me faltaba algo», señaló. Freire se vio sorprendido en una llegada masiva en la cual no se encontraba Alessandro Petacchi, quizás el hombre más rápido en estos momentos en el pelotón y que se impuso en la jornada del pasado lunes. «Iba bien colocado, pero venían lanzado los de atrás. Me han pillado y no he podido hacer nada. A falta de 300 metros me han cerrado y luego no he conseguido remontar», insistió el cántabro.

Freire también se refirió a las opciones y a la ayuda que puede recibir del resto de su equipo tras el abandono de Leipheimer, víctima de la caída de ayer, la principal apuesta del Rabobank de cara a la general. «Ahora es difícil porque el equipo pensaba de cara a la general, son corredores que me ayudaran, pero no son especialistas», concluyó el ciclista nacido en Torrelavega.

Por su parte, Joseba Beloki, líder del equipo español ONCE-Eroski, salía al paso de los ataques vertidos por el corredor estadounidense Lance Armstrong en las jornadas previas al inicio de la ronda gala. «Siempre he dicho que tengo a mis amigos en el pelotón. En la vida pensaría en criticar a un ciclista. Bastante tengo con lo mío y con lo de mi equipo», apuntó. En cuanto a sus opciones en la ronda gala y su aparición en la 'primera fila' ironizó al señalar «puede ser mañana», para añadir «si no espero que sea en la contrarreloj por equipos el próximo miércoles».

La revelación española en estos primeros días en la ronda gala tras la disputa del prólogo, el hombre del Euskaltel, Haimar Zubeldia, superó en esta segunda jornada un sobresalto cuando superó una caída a tan sólo diez kilómetros de la meta, que no impidió que llegase junto con el gran grupo. «La verdad es que hay muchos nervios y entre tantas escapadas alguna caída tiene que producirse. A mí me ha pillado la primera a falta de 10 kilómetros. Me he caído, pero no he tenido ningún problema», subrayó. Por su parte, el ciclista del Kelme-Costablanca Enrique Gutiérrez incidía en el convencimiento de que en este inicio de prueba parece haberle «mirado un tuerto».