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Con el pelo alborotado, un diente de plata y una imborrable sonrisa, Matías Ibarra (Córdoba, 1981) expuso en público su tratado de intenciones: «Hemos confeccionado un gran equipo y las expectativas son máximas». Internacional argentino, el nuevo timonel del Drac Inca, aireó durante el acto de su presentación más ambición que nadie. «En mi país las cosas se han puesto muy feas; es una realidad social y uno de los principales objetivos de todo jugador es intentar hacerse con un espacio en el baloncesto europeo. Yo llego muy ilusionado y también con la referencias que me han dado Leo Gutiérrez y Javier Bulfoni».

Ibarra, que este año se ha proclamado subcampeón de la Liga de su país tras ver como Atenas de Córdoba remontaba una eliminatoria imposible en la serie final por el título, no tuvo reparos en admitir que «suplir a Paris Bryant no será fácil, es un gran jugador, pero voy a intentar hacerlo lo mejor posible. Vengo aquí para aportar lo máximo al equipo en todos los aspectos. Se que la temporada que se avecina será muy dura, pero con el equipo que se ha confeccionado se nos debe tener en cuenta».

El jugador argentino, que ha firmado un contrato de dos temporadas de duración y se ha convertido en una de las principales referencias del Drac Inca, desveló sus preferencias por las características de Lucas Victoriano, icono del baloncesto albiceleste y jugador del Real Madrid. «No quiero compararme a él, es un grandísimo jugador, pero es una de mis grandes referencias; siempre me ha seducido su desparpajo; jugando tiene mucha cara, al margen de la calidad que atesora».