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Paralelamente a estas reuniones, el grupo de empresarios mallorquines que han decidido acudir a la ampliación iban llegando intermitentemente a las oficinas de Son Moix con la documentación necesaria para firmar la cesión de las cantidades que se habían comprometido a entregar en esta importante operación. A medida que transcurría la tarde aumentaba también el optimismo del club hasta el punto de que se anunció a los representantes de los medios de comunicación que montaban guardia informativa, que a las nueve y cuarto de la noche tendría lugar la rueda de prensa oficial para exponer los pormenores de esta ampliación.

Justo a ésa hora se informó que se demoraba como mínimo sesenta minutos más la comparecencia pública. Al final, poco antes de las diez y media de la noche, se desconvocó la rueda informativa como tal y sólo el presidente Alemany, en el mismo hall de la planta noble, intentó ofrecer una versión suavizada de los problemas que surgieron a última hora. «Hay un grupo de empresarios y de mallorquines que toman parte en esta primera fase de la ampliación y que representan el ochenta por ciento del capital social y están de acuerdo en las formas, maneras y espíritu por el cual quieren entrar en el club, lo que hará que el Grupo Zeta tenga un porcentaje del veinte por ciento», manifestó Alemany a modo de introducción.

«Sin embargo, -prosiguió- la complejidad de la operación ha hecho imposible que esta se haya podido cerrar desde un punto de vista formal. Hay buena predisposición en lo que serían las grandes cuestiones, pero quedan asuntos a debatir y formalidades a cumplir», explicó Alemany. El presidente del club balear no quiso entrar en más detalles. «Es normal que en este tipo de situaciones se produzcan discrepancias que en cosas que sin ser fundamentales sí son importantes para una y otra parte», manifestó el presidente.