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Arnold Bruggink era en la jornada de ayer un hombre feliz. Su tanto ante el Real Madrid en su primer partido oficial con elástica bermellona y el hecho de hacerlo en una cita que había generado tanta expectación, justificaba la sonrisa que se esbozaba sobre el rostro del delantero holandés. Pese a que no domina todavía el castellano, el ex-jugador del PSV no tiene reparos en explicar sus sensaciones en inglés y expresar sus primeras sensaciones.

Bruggink señalaba se encuentra muy contento de su estreno como rojillo tras la suave sesión de entrenamiento a la que se sometieron los titulares del domingo. «Esto muy satisfecho, ganamos y eso el lo más importante. No será fácil ganar en el Bernabéu, pero este equipo demostró el año pasado que es posible» indicaba el holandés. Parece que la entidad del cuadro blanco no intimida al atacante, aunque lo considera «como una de los mejores equipo del mundo y que cuenta con jugadores de un nivel excelente. Sin embargo -explica el punta- si luchamos y trabajamos como un equipo será posible vencer.

El domingo así lo hicimos». Ibagaza ha sido su mejor punto de apoyo sobre el terreno de juego y Bruggink ya conoce como se maneja el argentino. «El Caño es un gran jugador como todo el mundo sabe. Resulta complicado marcar goles, pero si recibes buenos pases es más sencillo. Aunque él no te vea, sabe que estas ahí». El otro protagonista de la Supercopa fue Toni González, que cuajó el partido soñado ante el actual campeón de liga. «Fue mejor de lo esperado. Me encontré muy cómodo en el campo y algunos compañeros más veteranos me recomendaron que jugase con confianza. Junto a ellos me sentí muy bien» relataba el jugador de Cala Murada, que no se amilanó a la hora tratar con futbolistas de la talla de Luis Figo: «me dijo que tenía que entrase sólo al balón y que fuera con cuidado, pero lo dije que este es fútbol y no podemos estar para bromas».