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Carlos Román / Miguel Vidal
La isla de Mallorca también ha tomado parte en el Mundial sub-17 que se celebra en Finlandia durantes estos días y que concluirá mañana con la gran final que disputarán Brasil y la selección española. Es precisamente en el combinado español donde el fútbol balear disfrutará de una pequeña representación encarnada en la figura de Xisco Nadal Martorell, delantero isleño que forma parte del Villarreal. El atacante del club amarillo tendrá además el privilegio de ser el primer mallorquín que disputa la final de un Mundial en cualquiera de las categorías y tras su debut en Primera en la pasada temporada su futuro más inmediato parece estar marcado por el éxito.

El punta isleño, nacido en Ciutat en el año 1986, es uno de los valores más cotizados de la cantera del fútbol español y su trayectoria evidencia un futuro prometedor que a buen seguro tendrá continuidad próximamente. Habitual integrante en las categorías inferiores de la selección española, el jugador expone un amplio abanico de recursos cada vez que irrumpe sobre el rectángulo de juego y acostumbra a exhibir una confianza que seguramente ha heredado de su figura paterna, ya que Xisco es hijo de Sebastián Cuqui Nadal, delantero que a los quince años de edad -el más joven de los que lo han hecho hasta ahora- debutó en el Real Mallorca de la mano de Antonio Oviedo y que posteriormente fue traspasado al Atlético de Madrid por Contestí.

Xisco puede presumir de buena parte de los logros firmados por su padre, ya que a finales del pasado curso futbolístico y gracias a su incesante trabajo en el equipo juvenil, tuvo el privilegio de debutar en Primera División. Era el 15 de junio, cuando Benito Floro decidió darle minutos en el estadio Lluís Companys de Barcelona para enfrentarse al Espanyol. Ese día rentabilizó al máximo su concurso y logró un tanto en el suspiro final del choque que le convierte en el jugador más joven de la historia de la Liga en estrenarse como goleador. Tras su magnífica campaña, su juego no pasó desapercibido para los técnicos de la Española que le situaron como uno de los fijos en la convocatoria para acudir a Finlandia e intentar conquistar el único título que falta en las vitrinas del país en lo que a la cantera se refiera. Xisco tendrá mañana una oportunidad de seguir agrandando su currículum en la final de la competición, aunque la presencia de Brasil no permite adelantar acontecimientos. En la cita mundialista ya ha conseguido dejar su firma, concretamente ante Sierra Leona, cuando logró igualar un partido que estaba perdido y que él mismo ha calificado ese momento, junto al de Barcelona, como el más importante de su carrera. El mallorquín, gran admirador del madridista Raúl, aspira a seguir creciendo con el balón a sus pies.