El estadounidense Dwight Phillips arruinó las esperanzas de
Lamela con un salto de 8,32 que le dio la medalla de oro, y el
jamaicano James Beckford amargó aún más la noche al español
relegándole al tercer puesto con un salto de 8,28, seis centímetros
más que el asturiano.
La calificación había dejado fuera al más grande, el cubano Iván
Pedroso, cuádruple campeón mundial, que se lesionó el tobillo
derecho en su primer salto, y también había caído el segundo en el
ránking mundial, el americano Savante Stringfellow, igualmente
lesionado. El camino hacia la medalla de oro había quedado, por
tanto, aún más desbrozado para el español, que en vísperas de la
final aseguró que sólo temía a la lluvia. Y la lluvia compareció en
el Estadio de Francia aunque, por fortuna para los atletas, uno de
los pasillos de saltos se encuentra, en parte, a cobijo de las
inclemencias del tiempo.
Dwight Phillips se aseguró la última palabra en el concurso al
cerrar en cabeza la tercera ronda con una marca de 8,22. Lamela,
que había empezado con 8,04, se fue en el cuarto intento a 8,16,
una marca que le daba, provisionalmente, la plata. En la quinta
ronda, Lamela igualó los 8,22 de Phillips, pero su segundo mejor
salto (8,16) era más largo que el segundo del americano (8,09). El
español se ponía en cabeza y el oro pendía del último salto.
El jamaicano James Beckford, pese al frío ambiental, puso al
rojo vivo la final con un salto de 8,28, pero Phillips reaccionó
con 8,32. El último esfuerzo de Lamela resultó nulo por milímetros.
Pidió que se midiera, pero los jueces se ratificaron en su
decisión.
Antonio Reina se quedó a las puertas de la final de 800. Corrió
muy bien la tercera serie, saliendo en el momento justo, al
desembocar en la recta, pero el italiano Andrea Longo y el
sudafricano Ezekiel Sepeng se quedaron con los puestos de acceso
directo.
El registro del andaluz le dejaba fuera de la última carrera.
Para estar en ella habría tenido que bajar de 1:46.07, el peor de
los dos tiempos que entraron en la final.
Bajo una lluvia fina pero persistente, Ruth Beitia y Marta
Mendía empezaron la calificación de altura. A medida que el agua se
fue calmando las dos españolas se fueron entonando. Beitia tuvo un
fallo en 1,80 pero fue el único. A partir de ahí saltó limpiamente
1,85, 1,88, 1,91 y 1,93. Mendía se quedó en 1,91 y eso le costó la
eliminación. Natalia Rodríguez, Nuria Fernández y Dori García, las
tres españolas en las semifinales de 1.500 corrieron la misma
suerte: todas eliminadas y sin haber tenido opciones en
carrera.
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