La sudafricana Hestrie Cloette libró contra sí misma la batalla
de las alturas. Con el título asegurado al superar 2'06 metros,
falló sobre 2'10, un centímetro más que el récord mundial. Las
medallas estuvieron todas a dos metros o más de altura. La rusa
Marina Kuptsova y la sueca Kajsa Bergqvist se llevaron la plata y
el bronce con idéntica marca de 2'00.
La línea
Djabir Said-Guerni, un campeón de 1'87 de altura, arrebató en sus
mismas fauces a Yuri Borzakovsky la medalla de oro de 800 metros
adelantándole sobre la misma línea de llegada. El danés de origen
keniano Wilson Kipketer, plusmarquista mundial de la especialidad,
había pasado en cabeza los 400 en 52.46 pero no estuvo en la
refriega final y se conformaró con el cuarto puesto, quedándose sin
medalla en un Mundial.
La rusa Tatyana Tomashova sacó tajada de su velocidad para batir
en la final de 1.500 a la turca Sureya Ayhan, actual campeona de
Europa, que encabezaba el ránking mundial del año con una
espectacular marca de 3:55.60, cinco segundos menos que la
siguiente. Catherine Ndereba, ex plusmarquista mundial de maratón,
dio a Kenia su primera medalla de oro en los Mundiales de París al
ganar la carrera de 42.195 metros con un ataque en el kilómetro 35
que acabó por dinamitar la prueba y decantarla a su favor. En
jabalina se impuso el ruso Sergey Makarov con los 85'44 metros de
su primer lanzamiento. El estonio Andrus Varnik se colgó la plata
con 85'17 y el alemán Boris Henry la medalla de bronce. Joshua
Johnson dio a Estados Unidos el título de 4x100 batiendo al
británico Dwain Chambers, que recibió el testigo con una pequeña
ventaja en un final repleto de emoción y en el que los
estadounidenses vieron peligrar su reinado y supremacía en una de
las especialidades en las que su dominio es histórico y
abrumador.
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