La falta de liquidez que ha castigado a los clubes a lo largo de
los últimos veranos no se ha cebado en exceso con el Real Mallorca,
que pese a la crisis acentuada, ha sabido sacar jugo de sus activos
formalizando traspasos multimillonarios -Tristán, Luque...- y
realizando rentables compras en el mercado más modesto. Pero el
vigente campeón de la Copa del Rey no puede permitirse campear por
Europa con un plantel resquebrajado por la marcha de su centro del
campo titular (Lozano, Ibagaza, Novo y Riera) y por ello ha movido
ficha dentro del bazar estival.
La portería es la única línea que no ha sufrido modificaciones.
Leo Franco, Miki y Alberto Cifuentes defenderán los palos baleares.
Las cesiones de Cristian Díaz y Robles, unidas a las ventas de
Carlos y Biagini, han ayudado a descongestionar el vestuario y
permiten la llegada de nuevos aires. En la zaga, Lussenhoff vuelve
a vestir la elástica mallorquinista, pero esta vez con pasaporte
comunitario. El resto no ha sufrido grandes cambios.
El centro del campo es una de las líneas más remozadas. Gonzalo
Colsa y Txomin Nagore aterrizaron en la Isla gracias a la venta de
Àlvaro Novo, apuntalando la medular y la zona de creación. Jovan
Stankovic es el relevo a Albert Riera por la izquierda, donde
también puede jugar Nené, una estrella en ciernes avalado por una
excelente trayectoria en el fútbol brasileño.
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