Javi Guerrero celebra el segundo tanto ante la desesperación de Poli. Foto: FÉLIX ORDÓÑEZ

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Colsa vio por primera vez una zamarra del Mallorca el sábado, cuando su presentación. Nagore apenas llevaba un par de días en la Isla, y Toni González se estrenaba en el torneo. Todo era muy prematuro, y olía a improvisación. Los rojillos lo notaron ante el Racing, al que le concedieron la primera entrega, pero el equipo ofreció un juego agradable, acicalado, algo blando pero con contenido. Sólo falta tiempo (2-1).

Manejó bien el balón el Mallorca de entrada, porque Colsa y Nagore se asociaron y todo tenía cierto sentido. Bruggink ejercía de enlace y Marcos completaba el rombo, y los baleares eran dueños del cuero. El Racing, un equipo apañado de cintura para arriba pero con carencias atrás, sufría cada vez que Cortés lanzaba una carrera, o cuando Etoo se incrustaba entre los dos centrales. Sin embargo, el grupo de Alcaraz se sentía cómodo sin el cuero, porque Regueiro y Pablo Lago eran dos puñales por las bandas. En una de esas, el uruguayo conectó con Javi Guerrero, que controló en el área, se giró y le sirvió el remate a Benayoun, que fusiló a la red (minuto 11).

El partido se aceleró, como activado por el gol, y la cita vivió momentos de ida y vuelta. Ahora un disparo de Bruggink al poste (minuto 19); que si un tiro blando de Regueiro (minuto 21); luego un zurdazo de Toni González (minuto 32). Todo, a gran velocidad. Bruggink amplió la batería de ocasiones con un golpe franco que besó la madera (minuto 34), y el centrocampista mallorquín la cerró con un tiro sesgado que se perdió a la izquierda de Ricardo (minuto 41). El Mallorca había echado el resto, pero le faltó pegada y el primer tiempo murió con una gran opción de Regueiro.

Jaime Pacheco puso sobre el tapete a Perera, pero el dibujo no cambió. Tampoco el gobierno del encuentro, que seguía teniendo el equipo isleño por expreso deseo de los cántabros, que se manejaban bien al contragolpe. Con todo, el choque fue languideciendo, como anestesiado por el frío que atizaba Santander. Sólo lo azuzó un zapatazo de Nadal que golpeó en el pecho de Ricardo, que escupió el balón a la esquina. Todo parecía gris hasta que irrumpió Morán, que enchufó al Racing y cortocircuitó al Mallorca. El centrocampista siempre tenía cerca a Benayoun y Guerrero, y los de Lucas Alcaraz se lanzaron a por el segundo. En una jugada de cartabón llegó el gol, gestado por Morán y culminado por Guerrero, el mejor de los montañeses; atrapó el balón, se dio la vuelta y coló la pelota entre las piernas de Nadal (minuto 69).

Pacheco acababa de dar entrada a Alejandro Campano y Jovan Stankovic en busca de más profundidad, pero ya poco importaba. Regueiro seguía desperdiciando ocasiones ante Leo Franco, y no había noticias del Mallorca en ataque, porque el Racing de Santander se había echado definitivamente atrás y la renta era muy amplia. En un golpe de raza Samuel Etoo provocó un penalti, y el atacante camerunés lo ejecutó cuando el encuentro ya pertenecía al pasado (minuto 91).

Jaime Pacheco no quiso esperar más, y dio entrada en el once a Colsa y Nagore, dos de las nuevas adquisiciones procedentes del Atlético. El preparador portugués dibujó un centro del campo en rombo, con Marcos escorado a la derecha, el cántabro a la izquierda y Nagore como eje. Por delante Brugging, ejerciendo de enlace con Etoo. Eso permitió que Cortés y poli tuvieran mucho espacio por las orillas, y que los baleares dispusieran durante mucho tiempo del balón. Asumida la baja de Ibagaza y a la espera de la llegada de Ligüera, el grupo bermellón prescinde del segundo punta.