TW
0

El Drac Inca más competitivo de todos los tiempos apuesta firmemente por una plantilla en la que la calidad, la experiencia y el descaro que lleva consigo la juventud confluyen con un mismo objetivo en el horizonte. Esta última cualidad es la que se acumula en una de las posiciones vitales del cinco. La dirección del juego recae en manos de dos jugadores que debutan en la LEB y aterrizan en Inca dispuestos a dar el salto definitivo a la máxima categoría, a la vez de aportar frescura y explosividad al movimiento de balón del grupo de Xavi Sastre, quien ha depositado una enorme confianza en dos de sus pupilos más jóvenes y aventajados.

Su falta de conocimiento del baloncesto español es un hándicap que pretende superar, más en una competición «del nivel de la LEB. Para mí somos el mejor equipo, pero por lo que me cuentan, los rivales se refuerzan a conciencia», añade este admirador de Lucas Victoriano, del que destaca su condición de «anotador y constructor de juego». El caso de Bustamante no es muy diferente. Una de las más firmes promesas de la cantera del Caja San Fernando recala como cedido y listo para despuntar. Sus dos partidos en ACB avalan una trayectoria inmaculada desde sus primeros pasos como base.

Matías Ibarra y Antonio Bustamante, un argentino y un sevillano que han exhibido muy buenas maneras en las pocas semanas de convivencia que llevan en la capital de es Raiguer, están llamados a ser los dos hombres que dinamiten los encuentros cuando las circunstancias precisen de ello. Ibarra es el más experimentado, pese a sus veintidós años. Subcampeón de la Liga Argentina con Boca Júniors, el «Lata» es un estandarte en las selecciones inferiores de su país. Ibarra quiere sacar jugo a su paso por Inca «y llevar a lo más alto a este equipo. Por lo que veo, aquí se vive con intensidad el baloncesto y vamos a vivir una temporada muy apasionante. No les puedo decir cuantas victorias vamos a lograr, pero sí aseguro que vamos a dejarlo todo sobre la pista», comenta el bronce mundialista sub-21 en Japón'01.