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La junta directiva de la Federación de gimnasia de les Illes Balears aceptó ayer la dimisión de la presidenta Ana Rodrigo. La máxima mandataria de este deporte durante los últimos dos años abandona el cargo argumentando problemas personales tras cerrar un brillante ciclo en el que se ha instalado la gimnasia balear en la élite nacional, en el que se han organizado importantes competiciones y en el que han destacado especialmente los éxitos internacionales de Elena Gómez.

Ana Rodrigo lleva muchos años vinculada a la gimnasia. Su primera etapa se desarrolló en Cataluña, donde consiguió incluir al Sylan Mataró en la lista de los mejores clubes nacionales, además de meter a Alba Planas entre las elegidas de Jesús Carballo para formar parte del equipo español. A finales de los noventa llegó a Mallorca con su familia y en 2001 tomó el mandó de la Federación de gimnasia de les Illes Balears. Su mandato ha coincidido con los mejores resultados. La explosión de la manacorina Elena Gómez y los excelentes resultados de la cantera isleña en las competiciones nacionales ha provocado que los entendidos en este deporte sitúen a Balears al nivel de Cataluña.

La buena relación que existe entre todos los clubes y entrenadores también ha hecho posible que la convivencia en la sala del Príncipes de España sea excelente y que se hayan podido organizar competiciones del nivel del encuentro internacional España-Bulgaria. Ana Rodrigo siempre ha estado vinculada a la gimnasia artística, aunque la gimnasia rítmica también parece renacer. El relevo de Ana Rodrigo será precisamente una persona de gimnasia rítmica. Tras la renuncia del vicepresidente 1º, será el vicepresidente ejecutivo, Paco Massip, el que dirija la Federación hasta que a principios del próximo año se convoquen elecciones.