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Patrick Fort|MADRID
La 58 edición de la Vueta a España de ciclismo, evitada por los grandes corredores extranjeros, se anuncia como un asunto entre españoles, en la que parten favoritos los tres últimos ganadores del evento: Aitor González (2002), Angel Casero (2001) y Roberto Heras (2000), además de Oscar Sevilla, Francisco Mancebo y José Antonio Pecharromán. Sólo el italiano Dario Frigo, ávido de una victoria en una gran vuelta, el británico David Millar o el belga Frank Vandenbroucke parecen poder hacer sombra a la hegemonía española. La Vuelta ha perdido su lustro de antaño y no ha logrado atraer a los grandes nombres del pelotón. El estadounidense Lance Armstrong, el alemán Jan Ullrich, el kazajo Aleksander Vinokourov o los italianos Gilberto Simoni y Stefano Garzelli han preferido descansar.

Además, tampoco estarán los vascos Joseba Beloki, que no se ha recuperado de su caída en el Tour, Iban Mayo y Haimar Zubeldia, cansados tras la ronda francesa. Los organizadores intentarán consolarse con la presencia de hombres como el francés Richard Virenque, el italiano Wladimir Belli, el colombiano Rafael Cárdenas, o los estadounidenses Bobby Julich y Levi Leipheimer. Pero lo que si han logrado es atraer a un buen grupo de llegadores como el alemán Erik Zabel, el italiano Alessandro Petacchi, que intentarña lograr el «triplete de los sprinters« (victoria de etapas en el mismo año en las tres grandes vuelta), así como el campeón del mundo Mario Cipollini, «invitado forzado« y que no parece motivado. El español Angel Edo, el italiano Giovanni Lombardi, así como el checo Jan Svorada también serán de la partida.

Las primeras dificultades comienzan en la sexta etapa con una contrarreloj individual de 43,8 km (11 de septiembre), y dos días después la jornada más importante de la Vuelta (13 de septiembre) en los Pirineos, con los puertos de Aspin, Peyresourde y Portillon, antes del Pla de Beret. «Es un trazado bonito. Habrá que ser fuerte, completo. Con seis llegadas en montaña, algunas verdaderamente difíciles, habrá oportunidad para los escaladores pero también habrá 150 kilómetros de contrarreloj», resumió en diciembre en la presentación del recorrido el doble laureado de la prueba en 1978 y 1983, el francés Bernard Hinault. Decepcionante en el Giro y en el Tour de Francia, el vencedor de la Vuelta 2002, Aitor González, que se defiende bien