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Luis Villarejo|GUIMARAES
Fernando Torres se asoma hoy al cartel de la elite, siendo el nuevo socio de Raúl en punta, la decisión la toma Iñaki Sáez en un momento decisivo para el equipo nacional: en un amistoso previo al gran partido del año ante Ucrania, donde el fútbol español se juega su crédito en Europa. Esta generación aprieta y el seleccionador realiza su revolución silenciosa, con tacto. Torres y Reyes se asoman con fuerza a la selección. Confirmado Xabi Alonso, los dos siguientes futbolistas en tirar la puerta abajo han sido un atlético y un sevillista que en el inicio de Liga también han mostrado su perfil de ganadores. Torres era ayer la imagen de la completa felicidad. Cuenta con impaciencia los minutos que restan para su debut oficial. Sabe que son infinidad las miradas que hay puestas sobre él.

A él la responsabilidad no le asusta. Le motiva aún más. Su progresión ha obligado a Sáez a darle la alternativa, en un día donde comienza ya a palparse la tensión propia de los momentos clave. Hoy enfrente estará Portugal. Pero nadie habla de este envite. Todo el mundo tiene los cinco sentidos puestos en Elche. Todos esperan tumbar a Shevchenko y su gente. Ucrania, en estos días previos en Portugal, es una obsesión. Ayer incluso en la conferencia de prensa, se pudo ver a Iñaki Sáez, un tipo tranquilo y que cuenta con la calma como filosofía de vida, replicar y saltar como un muelle a un periodista luso que le advertía que se iría a la calle si España no gana a Ucrania.

«Ese tipo de preguntas me la traen floja, me importan treinta y tres, las aborrezco». Y es que Sáez no entiende que desde Portugal le muevan la silla. Como dice él, que se la muevan en España, vale, pero que vengan desde el país vecino, sin conocerle, le hace menos gracia. El técnico vasco meditó con mucha calma la alineación definitiva. En principio la presencia de Valerón no está asegurada. Y es que al apostar por Torres arriba, con Raúl por detrás, Valerón tendría que actuar de medio centro. Y esa alternativa no la tiene clara.