La candidatura de Palma de Mallorca ha sido la gran perjudicada por
la última determinación tomada por Michel Bonnefous y su equipo de
trabajo, que en la jornada de ayer hicieron público el nombre de
una única descartada y ratificaron a Valencia, Cascais, Marsella y
Nápoles como aspirantes. Bonnefous definió como «perfectas» las
candidaturas de Palma y Valencia, aunque para facilitar la
negociación de los contratos de explotación -el siguiente paso-,
él, su equipo y los responsables del «Alinghi» han optado por
descartar a una, y Palma ha sido la gran perjudicada. Se especulaba
con la posibilidad de que ayer se hiciera público el nombre de dos
probables finalistas, pero finalmente ACM ha mantenido la línea y
prolonga la incertidumbre hasta el próximo quince de diciembre,
fecha en la que se conocerá la sede definitiva del prestigioso
evento.
Para dar su versión de los hechos, y horas después de conocer la
noticia, los responsables de la candidatura de Palma y las
diferentes autoridades comparecieron ante los medios para expresar
su «sorpresa» y a la vez ofrecer todo su apoyo a Valencia. Jaime
Enseñat, responsable de la candidatura, deseó «toda la suerte del
mundo» a la superviviente española y manifestó «desconocer el
porqué de la decisión». Después de realizar un breve repaso a todas
las ventajas ofrecidas por Palma a los miembros del representante
suizo, el vicepresidente del Real Club Náutico de Palma y
coordinador de la candidatura afirmó que «la nuestra era, sino la
mejor, una de las dos grandes favoritas. El tiempo dirá por qué nos
han eliminado. Quizá hallamos cometido algún fallo, pero voluntad y
apoyo popular no nos ha faltado». El hecho de competir en
inferioridad económica respecto a otras de las aspirantes y tener
en liza a otra rival de la misma nacionalidad ha pasado factura a
Palma, que pese a ello ha reunido un notable apoyo popular.
America's Cup Management no ha ofrecido una expliación clara a
los integrantes de la candidatura palmesana, manteniendo la tónica
de silencio exhibida en todo momento. La oferta de 60 millones de
euros, el campo de regatas, el respaldo social y las
infraestructuras existentes y a edificar no han sido suficiente
aval para que el sueño de Palma siguiera adelante, pese a entrar
como favorito entre los expertos. «Somos los primeros sorprendidos.
El mundo internacional de la vela estaba cono nosotros, pero de
todas formas, no ha sido adecuado dejar a dos sedes españolas
luchando hasta estas alturas», dijo Enseñat, que estuvo respaldado
por el presidente del Real Club Náutico, Gabriel Barceló; su
gerente, Alberto Pons; Pepote Ballester, director general
d'Esports, y el regidor de deportes del Ajuntament de Palma, Rafael
Durán.
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