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El Tau Vitoria del lituano Arvidas Macijauskas cabalga a todo tren y, después de tres jornadas y otra impresionante tarjeta del escolta báltico -veintisiete puntos-, es el nuevo líder y uno de los tres únicos equipos que continúan invictos después de la lluvia de triples de esta jornada.

Macijauskas -33 puntos de valoración- acribilló al Real Madrid con veinte tantos en los dos primeros cuartos y se erigió en una de las claves del 86-100 que los vitorianos arrancaron del pabellón Raimundo Saporta.

El lituano brilló en la tarde del domingo tanto como los tiradores del Estudiantes en la del sábado. El conjunto colegial sumó su tercera victoria después de anotar dieciséis triples (16/27) frente al Breogán, uno menos que el récord total de la ACB y, en el cómputo del choque, justo la mitad de los 96 puntos logrados por el equipo estudiantil (96-79).

El último expediente impoluto de la Liga corresponde al Ricoh Manresa que, pese a sufrir hasta el final, superó al Murcia por 81-77 y, al igual que Tau y Estudiantes, todavía no conoce la derrota esta temporada.

La noticia de la jornada la protagonizó el Pamesa, que consiguió su primer triunfo con otro aluvión desde los 6,25 metros (13/28) en una pista, la del Etosa Alicante, donde había perdido sus dos anteriores compromisos (76-84).

Los triples también acompañaron al Girona a su paso por los dominios del Joventut (14/21). El conjunto gerundense logró su récord particular de canastas de tres puntos en un partido y salieron del Pabellón Olímpico con un jugoso 86-95.

En siete de los nueve encuentros de la jornada ganaron los equipos que más triples anotaron y, en Valladolid, el equipo que contó con el magisterio del estadounidense Andre Turner. El base del Fórum consiguió catorce de sus veinte puntos en el último cuarto con una serie de cuatro de cuatro de dos, uno de dos de tres y tres de cuatro en tiros libres para certificar el 86-78 final ante el Caja San Fernando, que perdió el liderato en favor del Tau.

El Auna Gran Canaria dominó a placer el primer derbi canario de la ACB ante el Unelco Tenerife por 68-82 y el Unicaja, aunque con dificultades, tumbó al Lleida (74-71), que sigue sin saber lo que es ganar.

En Fuenlabrada la determinación del alero serbio Dejan Bodiroga terminó por enterrar las aspiraciones de los locales, que volvieron a sucumbir ante el Barcelona, empeñado en evitar otro revés inesperado como el que sufrió el pasado martes en su pista ante el Auna Canarias del menorquín Patricio Reynés.

El Fuenlabrada, que nunca ha sido capaz de plasmar un triunfo que cuestionase la superioridad azulgrana, encajó su tercera derrota consecutiva del presente curso. El equipo de Quintana desconoce lo que es ganar.

No dispuso de muchas opciones para alterar la tradición en este encuentro. El Barcelona resultó mejor. Pero la superioridad azulgrana no debe ocultar la mala actuación de los árbitros que, sin ser decisiva, lastró las opciones locales en momentos puntuales.

El partido transcurrió entre el contundente juego del Barcelona, acompañado por rotaciones demoledoras que permitían acceder a ventajas holgadas en el marcador y las rachas de coraje y talento ofensivo del equipo madrileño, que permitían a los locales soñar con un triunfo que hubiera resultado épico.