Después de un largo verano y una pretemporada que puede hacerse
eterna, la Liga Femenina 2 regresa a la actividad con un claro
protagonismo balear y unas aspiraciones que distan mucho de los
inicios de una aventura que en el caso del Nacex Jovent ha ido
solidificando las bases de un proyecto ambicioso, mientras que el
Olis Sóller, por méritos deportivos y plantilla, es uno de los
grandes, aunque su rival regional se ha encargado de avisar a las
jugadoras de Miquel Ballester de que sobre la pista los nombres no
valen de nada si no se responde con buen juego y efectividad.
Y es que el Jovent se ha preocupado en marcar las distancias
tanto en la Copa Illes Balears como en el Torneig de Portocristo.
Seguir la senda del Puig d'en Valls, cuyo tránsito por la categoría
de plata fue breve y arrollador, supone un listón demasiado
elevado, aunque con el paso de los años, las alternativas han ido
emergiendo.
En una competición exigente, Olis Sóller y Nacex Jovent son dos
de los ilustres, pero si por algo se caracteriza el grupo B es por
su nivel. El Aifos ocupa el lugar del Mendíbil, aunque Olis Sóller
auna opiniones y se posiciona como el gran candidato para ocupar
una de las dos plazas que dan opción a jugar en la Liga Femenina
cuando la temporada eche el cierre.
El siempre incómodo Segle XXI y el vivero inagotable de
jugadoras del que pueden echar mano los conjuntos catalanes -Santa
Rosa de Lima, Tàrrega, Olesa o Viladecans-, sin dejar de lado a los
incansables Tabirako o Stadium Casablanca, dibujan una competición
exigente.
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