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El Sant Josep Obrer, que sigue inmerso de lleno en la celebración de su 50 aniversario, homenajeó anoche a dos figuras que han marcado su medio siglo de vida: Bartomeu Ferragut, uno de sus entrenadores más emblemáticos, y el padre Sebastià Arrom, fundador del club deportivo. El acto, celebrado en las instalaciones del colegio, congregó a diveras generaciones de deportistas, que personifican el pasado, presente y futuro de una de las entidades más emblemáticas en el concierto deportivo balear.

Bartomeu Ferragut lo ha sido todo en el Sant Josep Obrer y por sus manos han pasado algunos de los jugadores de baloncesto más importantes de la última década. El veterano técnico mallorquín inculcó siempre un espíritu de lucha, sacrificio y superación que distinguió a sus jugadores del resto. Sus éxitos son innumerables, aunque Ferragut destacó siempre por su trabajo con la cantera.

Sebastià Arrom es también un icono ineludible en la intensa vida del Sant Josep Obrer. Su pasión por el deporte, en especial por el baloncesto, sentó las bases de un club que con el paso de los años se ha convertido en una factoría inagotable de jóvenes talentos. Arrom quiso siempre que los estudiantes compaginaran su formación académica con la actividad deportiva para inculcarles valores tan esenciales como compañerismo y el trabajo en el equipo.

El acto, que contó con la presencia de Catalina Cirer, alcaldesa de Palma; Rafael Durán, concejal de Deportes; Jaume Estarellas, presidente de la Federació de Bàsquet (FBIB); Josep Izquierdo, su vicepresidente; Antoni Salas, mandatario del Comité balear de árbitros, y la plana mayor del Sant Josep, encabezada por Joan Ramó Reus, se completó con una proyección de imágenes retrospectivas y la disputa de un partido que enfrentó a un equipo de veteranos del Sant Josep y al Joventut de Badalona. Al término del partido, la gran familia del Sant Josep se reunió a manteles.