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DRAC INCA (93)
(31+26+22+14):Javier Bulfoni (17), Stevie Johnson (6), Nkechi Ezugwu (15), Antonio Bustamante (18), Jesse Young (19), -cinco inicial- Alberto Alzamora (2), Sergio Rodríguez (10), Toni Carrasco (2), Matías Ibarra (3) y Roberto Vidal (1).

30 de 48 en tiros de dos puntos, 6 de 13 en triples y 15 de 22 en tiros libres. 36 rebotes (24 defensivos y 12 ofensivos) y 19 faltas personales.

ALERTA CANTABRIA(87) (11+26+20+30):Marcelinho Machado (15), Diego Lo Grippo (14), Paris Bryant (13), Sebastián Ginobili (9), Fredrik Jonzen (12), -cinco inicial- Greg Stempin (9), Esteban Martínez (4), Tim Kennedy (7) y Juan José Sampedro (4).

26 de 50 en tiros de dos puntos, 8 de 15 en triples y 11 de 14 en tiros libres. 21 rebotes (12 defensivos y 9 ofensivos) y 19 puntos.

Àrbitros:Millera y Tortella. Eliminaron por cinco faltas personales a Young. Además, señalaron falta técnica a Nkechi Ezugwu, al técnico del Cantabria, Moncho Monsalve, y castigaron con antideportiva a Kennedy.

Incidencias:El president del Govern balear, Jaume Matas, presenció en directo las evoluciones del encuentro desde el palco de autoridades.

Fernando Fernández
Antonio Bustamante eclipsó por completo a Paris Bryant en su regreso al Palau d'Esports y al Cantabria le faltaron dos minutos más para provocar el disgusto de la grada. Drac Inca firmó el mejor primer cuarto de la competición regular (31-11), pero acabó pasando más apuros de los esperados ante un rival desquiciado y que acabó salvando por la mínima ebasket average directo con los mallorquines (93-87). El 88-81 de la ida puede resultar determinante, pero Drac Inca toma aire y se mantiene imbatido en el Palau en lo que llevamos de segunda vuelta. La anarquía en la que se vio sumido el cuadro del Vicente Trueba y la sabia dirección de Bustamante convirtieron al joven base sevillano en parte activa de un triunfo vital.

La pareja interior formada por Ezugwu y Young funcionó a la perfección -el británico volvió a firmar dobles figuras con 15 puntos y 11 rebotes- y sólo Kennedy daba señales de vida en el bando cántabro. El caos del rival habilitaba a un Drac Inca que se recreaba en el electrónico (42-17), aunque en la recta final del primer cuarto había endosado un parcial de 22-4 letal para el contrincante, desbordado ante la máxima efectividad balear. La antideportiva señalada a Kennedy marcó un punto de inflexión y el Cantabria parecía no poder levantar cabeza. Moncho Monsalve perdía los estribos, mientras la entrada de Ibarra daba un aire menor agresivo a un Inca que precisó de Bustamante para ofrecer sus prestaciones más fiables.

Con el primer ciclo del partido finalizado, camino de los vestuarios, Monsalve la tomó con la pareja arbitral, que no dudó en señalarle una trabajada falta técnica. Después de tomar aire, el panorama no varió en exceso. El intercambio de canastas fue el guión sobre el que se basó el tercer período, en el que el saber hacer y la regularidad de Bulfoni se agregó al catálogo de buenas intenciones de los de es Raiguer, plenamente conscientes de la trascendencia de una victoria que el desenlace de la jornada ha convertido en vital.

Con un claro 79-57 a su favor y sin problemas de faltas, Drac Inca encabara la recta final con la victoria en el bolsillo, pero el Cantabria no quería tirar por la borda el cruce directo. La salida de Roberto Vidal fue la nota significativa de una porción de encuentro en la que el Inca volvió a vivir de rentas y comprobó lo arriesgado que es desenvolverse sobre el alambre. El camino hacia la permanencia sigue lleno de trampas, aunque se esquivó una peligrosa.