`Peonín´, mascota de Calvià 2004, ayer en Moscú. Foto: JUAN WAELDER

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Xisco Cruz (Moscú)

Frío y un Spartak en plena pretemporada. Eso es lo que se va a encontrar el Mallorca hoy en Moscú, ciudad a la que viaja para afrontar la tercera entrega de la Copa de la UEFA. Temperaturas casi extremas -a la hora de inicio del partido, 19.00, los termómetros registraban ayer cuatro grados bajo cero y una sensación térmica escalofriante- y mucha nieve; la capital de Rusia lleva días pintada de blanco y, pese a que desde el domingo el clima ha mejorado, las previsiones para las próximas horas es que nieve.

Los elementos serán así el principal obstáculo del equipo de Aragonés en su cita del jueves, porque al otro lado se va encontrar a un conjunto que ha regresado esta misma semana de España (ha preparado el inicio de la Premier League rusa, que arranca en marzo) y que pierde para el encuentro a sus dos referencias: Titov, castigado por dopaje, y Pavlenko, sancionado con 5 partidos por la UEFA. Atizado por los problemas, parece el Spartak un rival menor. Pese a que el inquilino de su banquillo se llama Nevio Scala, el equipo ruso no para de amontonar malas noticias y eso juega en su contra.

Después de quedar muy pronto fuera del concurso por el título la pasada temporada, han llegado ahora la ristra de sanciones que han acabado de zarandear al club. Con todo, y aunque mostró un buen aspecto durante la gira que hizo por la costa levantina -ha jugado ante Castellón, Valencia y Villarreal-, el Spartak debe acusar la inactividad. Además, ni siquiera podrán jugar sus nuevas adquisiciones, el ex mallorquinista Petkovic y el uruguayo Marcelo Sosa, porque no están inscritos en el torneo.