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Cuatro victorias dejarán al Mallorca en Primera. Así lo creen los gestores del club, que han cifrado la permanencia en 44 puntos. La entidad considera que ganando los cuatro partidos de Son Moix el equipo seguirá otro más en la máxima categoría, pero también recela de un hipotético partido decisivo en Balaídos en la última jornada y con la salvación en juego, porque el Celta es un rival temido que además ganó en Palma (2-4), por lo que tiene egolaverage a su favor. El Mallorca suma 32 puntos tras el último triunfo ante el Deportivo y la derrota frente al Valencia. Pese a que las previsiones de conseguir la permanencia en Primera División suelen cifrarse a principio de temporada en 42 puntos, es posible que este año no basten para mantener la categoría. Así, el club prefiere fijarse como objetivo lograr doce puntos. En la SAD balear siguen siendo optimistas pese al descalabro de Mestalla y creen que el equipo emergerá en Murcia, plaza en la que juegan el próximo domingo un partido determinante. Además, luego visita Palma la Real Sociedad, otro de los conjuntos que están luchando por conseguir la permanencia y que tiene tres puntos más que el Mallorca.

«Hay que ser optimistas y tener un poco de paciencia, porque además tenemos al mejor entrenador posible para manejar este tipo de situaciones», explicaba ayer uno de los consejeros de la SAD balear. Otros piensan que ahora es cuando empieza «la verdadera Liga del Mallorca», porque por el camino sólo aparece el Real Madrid como equipo que se mueve por la zona alta de la competición. Después de recibir a la Real, el grupo de Luis Aragonés viajará a Sevilla para enfrentarse a un Betis que trata de alcanzar competiciones europeas, para luego medirse en Ciutat a un Villarreal que se encuentra en idéntica situación. Luego, viaje a Valladolid para enfrentarse a un rival directo y partido en Son Moix ante el Málaga, que coquetea con la UEFA.

El último trayecto del Mallorca es el más comprometido. En la antepenúltima jornada de Liga juega en el Bernabéu, presumiblemente ante un Real Madrid que estará en plena lucha por el título de Liga. Luego recibe al Espanyol, equipo que también intenta escapar del sótano de la Liga. Por último, un encuentro que puede ser decisivo ante el Celta en Balaídos. Pero en lo que coinciden todos los miembros de la planta noble de Son Moix es en considerar a Luis Aragonés como la única persona cualificada para atajar esta crisis de resultados y de imagen. «Estamos algo más tranquilos porque Luis está en el banquillo», comentaba ayer uno de los accionistas del club bermellón. El técnico madrileño tiene toda la confianza de los consejeros y de los gestores del Real Mallorca, porque su experiencia en situaciones similares le avalan. Ayer habló por espacio de una hora con el equipo que perdió en Mestalla, en busca de una reacción que tenga como origen La Condomina.