El Newcastlet llegó a la Isla y en las próximas horas lo harán millares de aficionados. Foto: JAUME MOREY

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Mallorca se prepara para recibir a la invasión inglesa. Entre 2.500 y 3.000 aficionados del Newcastle llegarán a la isla en las próximas horas para animar a su equipo mañana desde el Fondo Norte del estadio de Son Moix en el encuentro de vuelta de los octavos de final de la Copa de la UEFA. Esta avalancha de seguidores de las urracas es similar a la que protagonizaron los aficionados del Chelsea hace ya un lustro, cuando el conjunto inglés se cruzó con el Mallorca en las semifinales de la extinta Recopa de Europa. En aquella ocasión, la expectación era extrema. Incluso el duelo fue catalogado de alto riesgo. El club reforzó la seguridad al máximo para evitar incidentes. Ahora, la situación es diametralmente opuesta. En la calle hay más temor por el presente doméstico que ilusión por el futuro europeo y las vísperas no anuncian un encuentro de competición europea. Más bien lo contrario.

Para abrir boca, la expedición del Newcastle adelantó su regreso y ya durmió anoche en su hotel de concentración. El conjunto inglés llegó a la isla con su entrenador Bobby Robson y el goleador Alan Shearer como cabezas visibles. El técnico de las urracas recela del rival pese al 4-1 obtenido en Saint James' Park. Para Robson «la eliminatoria todavía no está decidida. Ni mucho menos. Respetamos mucho al Mallorca y tendremos que luchar mucho si queremos seguir en esta competición. Cualquier equipo quiere ganar ante su público, aunque no esté atravesando un buen momento en la Liga».

Para el entrenador británico la clave del encuentro radicará en los primeros veinte minutos. «Sé que el Mallorca saldrá a por todas para tratar de acortar las distancias en el marcador y no podemos perder el encuentro en esos veinte primeros minutos. Si aguantamos esa primera media hora, tendremos mucho ganado». Robson, asimismo, apuntó que «yo sé cómo jugará Luis, o al menos lo que yo haría en su lugar, por lo que estamos preparados para la intimidación de los jugadores del Mallorca». Alan Shearer, por su parte, también se mostró cauto aunque confiado en mantener el excelente resultado logrado en el encuentro de ida. «Esperamos ganar», soltó sin demasiadas ganas de hablar a la llegada de la expedición al aeropuerto de Palma. Shearer es la principal amenaza del conjunto británico, aunque su presencia en el once todavía no es segura.