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La eliminación europea ha acentuado la delicada situación deportiva del Mallorca. Las formas que acompañaron a esa despedida continental ante el Newcastle han servido para que se recuperen antiguos debates en torno a la plantilla y a sus posibilidades. Luis Aragonés lo tiene claro. Califica el entorno de pesimista y se refiere al partido ante el Murcia como «la primera de las ocho finales que restan», pero a su vez, se muestra ilusionado por «llegar a la última jornada en Vigo con el equipo salvado».

El entrenador de los baleares se encargó de restar trascendencia a los últimos comentarios que se han vertido sobre su plantel y afirma que trata de que esa supuesta crisis no afecte más de lo necesario a sus futbolistas. El madrileño asegura que «un profesional debe vencer la ansiedad olvidandose de todo. Hay que dejarla de lado y no desarmarse. Eso no nos puede ni nos debe ocurrir, pero una cosa son las palabras y otra los hechos», apunta. El preparador bermellón cree que «depende de como sea el jugador para que ese pesimismo no nos afecte. Llevamos cuatro puntos al que está más cerca de nosotros por debajo, pero ese pesimismo ya existía cuando llevabamos ocho. Nos merecemos todas las críticas que haya, pero no entiendo el pesimismo», agrega Aragonés.

Luis expuso además sus cuentas de aquí a final de campaña. «Llevamos cuatro puntos reales. Si hacemos diez puntos, ellos tienen que hacer catorce y no hay que darle más vueltas. Sabemos que tenemos que sacar doce puntos para asegurar la permanencia», afirma convencido. Otro de los temas abordados por Luis fue la polémica generada bajos los palos a raíz de las últimas actuaciones. El entrenador, sin embargo, rechaza de plano introducirse en ese debate, pero tampoco deja claro quien defenderá la portería rojilla en La Condomina.