La situación del Mallorca tiene muy mala pinta. La escuadra
insular volvió a firmar una decepcionante actuación ante el colista
de Primera división y su futuro sigue complicándose. Ahora el
técnico deberá centrar sus esfuerzos en regenerar la autoestima del
grupo, porque su imagen ha quedado dañada y no para de acumular
desencantos (2-0). Gancedo hizo saltar las alarmas cuando el
partido apenas se había puesto en marcha. Primero con el gran envío
en profundidad a Luis García y sólo un minuto más tarde, obligando
a Leo Franco a realizar la primera salida de la tarde (minuto 2).
Al Mallorca le costaba muchísimo hacerse con el control del partido
y el Murcia iba ganando protagonismo con los minutos.
Gancedo campaba a sus anchas por la frontal del área y los
bermellones eran incapaces de saturar la conexión con las bandas y
con su principal referencia ofensiva, David Karanka. Fruto de esa
unión surgieron hasta tres claras oportunidades de gol hasta que
Acciari asestó la primera bofetada. El argentino puso en evidencia
a la zaga visitante -horrorosa hasta ese momento- y adelantó a los
de Toshack tras cabecear en el primer palo un saque de esquina
(min.16). El gol tampoco reactivó a los isleños, que se movían por
el campo sin sentido y a merced de su adversario. Por fortuna para
los de Aragonés, los pimentoneros no estuvieron nada finos en
ataque durante ese periodo.
Lo que sí despertó a los baleares fue su primera llegada con
sentido a los dominios de Juanmi, aunque ésta tardara demasiado en
producirse. Etoo superó por velocidad a Cuadrado y se plantó solo
ante el guardameta, al que no pudo superar en su disparo (minuto
26). A partir de ese instante, el juego de los isleños mejoró
levemente, aunque tampoco resultó nada productivo. El Murcia, en
cambio, generaba peligro cada vez que disponía de una acción a
balón parado, aunque Karanka seguía negado ante puerta. Además, el
carril izquierdo de la retaguardia mallorquinista se convirtió en
una autopista y Luis García lo aprovechó para poner continuamente
en aprietos a Leo Franco.
El Mallorca encaró la segunda mitad con una predisposición muy
distinta y Etoo amenazó la ventaja local con un remate precedido de
una internada de Campano (min.46). Pero antes de que tomara cuerpo
esa reacción, Míchel agrandó la herida mallorquinista con un libre
directo que dejó boquiabierto a Franco y que acabó por minar la
moral de los hombres de Luis (minuto 50). A partir de ese momento
el once isleño trató de volcarse sobre Juanmi, pero los murcianos
seguían planteando mucha batalla a la contra. Tampoco los
movimientos del banquillo de Luis surtieron efecto y el Mallorca
acabó entregado a un marcador tan sorprendente como inesperado.
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