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El Mallorca ha lanzado un SOS. Zarandeado por los números y asfixiado por su dinámica perdedora, el club ha decidido pedir auxilio. Todos los estamentos de la SAD balear reclaman a gritos el apoyo de la hinchada, porque consideran que la cita del domingo ante la Real es determinante. Desde la planta noble de Son Moix hasta el interior del vestuario; todos tratan de encontrar un argumento para el optimismo, una vía que conduzca a la permanencia. «Ahora es cuando más necesitamos el apoyo de la afición», advirtió Bartomeu Cursach minutos después de perder en Murcia. A nadie escapa que la situación del equipo es delicada, porque la derrota en La Condomina no estaba en el guión y eso lo ha alterado todo. El Mallorca se ha quedado a dos puntos del descenso, territorio que parecía muy lejano antes de que el Espanyol le atizara al Athletic. Eso no ha hecho sino reducir el margen de error de los baleares, que ahora es mínimo. Por eso ante la Real se exigen un triunfo.

El club ha decidido que las entradas cuesten apenas 5 euros y que la recaudación vaya íntegramente a Asociación Víctimas del Terrorismo. Además, se habilitará una fila cero para quien desee efectuar una aportación mayor. Ha sido una decisión enfocada a crear un clima de unión, una simbiosis entre equipo y afición que acabe por sumar algo positivo. La plantilla ha pedido abiertamente que el estadio se llene -ayer lo hizo Gonzalo Colsa- y desde los despachos también lo ha hecho Joan Buades, secretario del consejo: «Nos quedan ocho partidos en los que tenemos que ir a muerte, son ocho finales, empezando el domingo».

Lo cierto es que el Mallorca está metido en un lío, pero todavía no se encuentra al límite. Tiene dos puntos más que el Espanyol y cuatro más que el Celta, que son ahora mismos los principales enemigos del conjunto de Luis Aragonés. Sin embargo, las sensaciones no son buenas y eso es algo que delatan los números: sólo se han logrado cuatro de los últimos dieciocho. En una situación similar se encuentra la Real, rival el domingo. De los últimos seis partidos sólo ha ganado uno y ha empatado otro; tienen tres puntos más que el Mallorca y su tendencia tampoco invita mucho al optimismo. Sin embargo, el equipo donostiarra ha ganado en sus dos últimas visitas a Palma y ha conseguido tres triunfos en los últimos seis años. La pasada temporada, allá por la jornada 33ª, el grupo de Denoueix se impuso en Son Moix (1-3) con goles de De Pedro, Karpin y Kovacevic y cuando estaba en plena lucha por el título, que al final alcanzó el Real Madrid. En la campaña 01/02 los realistas también ganaron en Ciutat (0-2) con dos dianas de Darko Kovacevic. Era la 31ª jornada de Liga -la misma que se consume el domingo- y por aquel entonces los dos conjuntos andaban metidos en apuros. Igualmente, los realistas arrancaron un empate en la temporada 00/01 y ganaron en la 97/98 (0-1), situación que delata que los vascos no son un buen rival para jugarse los cuartos. Con todo, si el Mallorca consigue el triunfo superaría en la clasificación a la Real.