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José Antonio Pascual|MADRID
Iñaki Sáez y sus jugadores salieron bastante satisfechos del ensayo ante Dinamarca, partido que se convirtió en un banco de pruebas de primera magnitud en el que se demostró principalmente que la selección española tiene gol y pegada. España, que no se queda sin marcar desde el fatídico junio de 2003 -perdió 0-1 ante Grecia y empató a cero en Irlanda del Norte-, encadenó su séptimo triunfo consecutivo. Lo hizo ante otro equipo que estará en la fase final, un rival que había demostrado su ambición y capacidad en Inglaterra y Turquía, al que superó con una capacidad importante en la zona ofensiva, porque, como preveía Sáez, no iba a conceder muchas opciones.

La denominada «prueba del 9», principal centro de atención en El Molinón, ofreció a Sáez la posibilidad de ver algunas de las opciones que baraja para confeccionar la lista definitiva que ofrecerá el 20 de mayo. Raúl González, el capitán, es el único fijo. El propio Juan Carlos Valerón, el 'descartado' para este amistoso, aseguró que el madridista «tiene que estar siempre en el campo estando bien» y que nunca se le puede cuestionar.

Lleva un tiempo «tocado» y saltó al césped tras el descanso junto a Fernando Torres. El joven atlético de 20 años y el indiscutible Raúl se estrenaron como el dúo atacante de la selección en un amistoso contra Portugal y volvieron a compartir minutos ante Noruega en la ida de la repesca de clasificación para Portugal, y el mejor rendimiento lo dieron en este segundo tiempo frente a Dinamarca. Torres demostró velocidad, capacidad para abrir huecos y para el desborde, como hizo en el gol que entregó a Raúl y que significó el 2-0 definitivo. Su complicidad y capacidad generaron muy buenas sensaciones, aunque bien es verdad que Sáez había confiado últimamente en los momentos delicados en situar a Valerón por detrás del capitán.