Carlos Moyà, con los brazos en alto, festeja su triunfo sobre Martin Verkerk en la pista del Coliseo Balear. Foto: MONSERRAT

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Se había comentado tantas veces durante la semana que el equipo holandés era muy peligroso que Carlos Moyà y Juan Carlos Ferrero decidieron resolver por la vía rápida la primera jornada de la eliminatoria de cuartos de final de la Copa Davis. Los tenistas españoles superaron con autoridad a Martin Verkerk y Raemon Sluiter y dieron un paso muy importante hacia las semifinales. Rafael Nadal y Tommy Robredo pueden sumar hoy (13.00 horas) el punto decisivo en el dobles.

Martin Verkerk es un tenista que depende absolutamente de su servicio, pero en la pista construida por Andreu Puigserver era un arma con la pólvora mojada. El bote vivo y la lentitud de la arcilla le obligaban a jugar con el saque liftado y sin puntos gratis era un partido muy diferente. Empezó el holandés ganando el primer juego, pero Carlos Moyà estaba tranquilo. Ganó su saque fácil (1-1) y se acercó a la esquina para secarse el sudor. Habló con Vanessa González -una de las mejores raquetas del tenis balear que hace de recogepelotas en la eliminatoria-, probablemente para decirle que tenía un presentimiento.

Era evidente que el partido no se parecería en nada al de Roland Garros del año pasado. Moyà se sentía arropado por las diez mil personas que llenaron la plaza de toros de Palma y no tardó en decantar el partido. Se colocó 15-40 en el tercer juego pero Verkerk resistía. El holandés conectó un passing de derecha cruzado para salvar la primera bola de break y Moyà lanzó un revés a la red en la segunda. Pero egigantón seguía sin poder respirar tranquilo. Consiguió levantar una tercera pelota de break, aunque en la cuarta cometió una de las doce dobles faltas que realizó durante la primera manga y el mallorquín cobraba ventaja (2-1).