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X.C.S.|SEVILLA
El Mallorca no gana lejos de Ciutat desde el pasado 25 de enero, cuando tumbó al Real Zaragoza (1-3) en el estreno de Andrija Delibasic. El equipo de Luis Aragonés, que se había mostrado más fiable a domicilio que como local, no ha conseguido ganar desde entonces. Fuera por la inercia de la llegada del nuevo delantero, o porque los maños vivían su peor momento en el torneo, lo cierto es que los isleños lograron en La Romareda su último triunfo como foráneo con un gol del serbio, otro de Bruggink y el último de Nené.

Luego, el Mallorca cayó de forma estrepitosa en su visita al Sánchez Pizjuán de Sevilla el 9 de febrero (3-0). Los mallorquines tiraron el partido en un nefasto segundo tiempo en el que encajaron los tres goles (Baptista, Gallardo y Martí) y en el que destacó el centrocampista balear, que firmó un excelente encuentro. El 23 de febrero el equipo de Luis rindió visita a El Sadar de Pamplona, en el que no marcaba desde hacía 42 años. Marcó, pero tampoco consiguió el triunfo ante Atlético Osasuna (1-1) en un encuentro en el que se adelantó en el marcador gracias a la puntería de Delibasic. Sin embargo, Aloisi logró la igualada apenas once minutos después.

El peor bagaje del Mallorca a domicilio estaba por llegar. Los rojillos encaraban dos visitas complicadas a Barcelona y Valencia, y en las dos salieron zarandeados. Ante el equipo de Rijkaard perdieron por la mínima (3-2) en un choque en el que pudieron salir goleados, algo que sí ocurrió en Mestalla. El grupo de Rafa Benítez le pasó por encima al Mallorca (5-1) en una cita para olvidar y pasar página.