Ajeno al éxito y a cualquier dinámica ganadora, el Drac Inca inicia
esta noche en el Palau su tránsito por eplay out. No es una
experiencia nueva. Ningún equipo de la Liga ha jugado tantas veces
a la ruleta rusa. Repite el cuadro mallorquín en la serie por
evitar el descenso, cuya nueva entrega le ha emparejado al Ourense
Baloncesto. Con el Aracena sepultado, esta eliminatoria -al mejor
de cinco partidos- debe definir al compañero de viaje del cuadro
catalán a la LEB-2. El registro de la fase regular augura un camino
largo e intenso. Se emparejan dos escuadras que han obtenido buenos
dividendos actuando como locales, especialmente en la segunda
vuelta del torneo, pero que acostumbran a naufragar cuando se
alejan de sus respectivos centros de operaciones. Esta es la
principal referencia a la que se agarra el Drac Inca, que disfruta
del factor pista y también de un equipo más largo. La incorporación
del croata Stjepan Stazic no parece haber mejorado en exceso las
posibilidades de rotación del Ourense, un equipo donde todo empieza
y acaba en su quinteto.
Es éste otro aspecto que puede definir el rumbo de esta guerra
por la supervivencia. Al Inca le conviene un ritmo alto, contiendas
al límite con objetivos concretos. Es por eso que intentará poblar
de minas el camino de Juanjo Bernabé, el jugador que mueve todos
los hilos en el Ourense. No hay recambio para el experimentado base
del Ourense (31 minutos de media en la fase regular), uno de los
argumentos más sólidos del conjunto gallego. Huérfano de tiradores
y con un perímetro impresivisible, la productividad ofensiva del
COB tiene dos nombres propios: Wright y Shoemaker. Se trata de una
pareja versatil dentro de la pintura y que ha aportado un punto de
equilibrio. Son dos jugadores fiables. Es un asunto que el Drac
Inca también deberá tratar con atención. Young, Ezugwu y Alzamora
se enfrentarán a jugadores con menos kilos, pero más rápidos y con
muchos recursos.
En plena cuenta atrás, el Drac Inca continúa mirando la
enfermería de reojo. Steven Johnson, su díscolo alero titular, ha
mandado malas noticias, al igual que Jesse Young. La reciente
incorporación del «Pibe» Giménez, que hoy abrirá su tercera etapa
en el conjunto de Es Raiguer, puede resolver algunos problemas en
etres y acentuar la diferencia que existe entre uno y otro
banquillo, aunque se trata de un recién llegado. Nadie sabe si el
desorden táctico en el que se maneja el Inca desde que se inició el
curso afectará su periodo de adaptación, aunque se trata de un
jugador que conoce la Liga y que también acumula mucha experiencia.
Giménez es un tipo frío sobre la cancha. Puede jugar cerca y lejos
del aro. Eso sí, es un recién llegado.
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