Tranquilidad o agonía. No hay término medio. La expedición del Real
Mallorca parte este mediodía rumbo a Valladolid en un viaje que sin
duda marcará el destino de la entidad. La inesperada derrota del
pasado domingo ante el Villarreal, después de haber asomado la
cabeza tras ganar al Betis, ha elevado a la máxima potencia la cita
de mañana en Pucela. La victoria le reportaría al grupo balear la
dosis de confianza necesaria para rematar la faena de la salvación
ante el Málaga en Son Moix dentro de ocho días. Laderrota, en
cambio, puede empujar al Mallorca a los infiernos y despojarle del
que hasta el momento es su mejor aval: depender de sí mismos.
Y es que si el Espanyol derrota esta noche al Atlético de
Madrid, el equipo de Luis Aragonés arrancaría mañana la jornada en
puestos de descenso por primera vez en los últimos seis meses. Las
vísperas del encuentro en Zorrilla están marcadas por la exclusión
de Gonzalo Colsa de la convocatoria por tercera jornada
consecutiva. El centrocampista cántabro, el tercer inquilino del
vestuario con más minutos en sus piernas tras Leo Franco y Samuel
Etoo, no firmó ayer una lista en la que tampoco figuran Txomin
Nagore, Arnold Bruggink ni Toni González y a la que regresan Finidi
George, ausente ante el Villarreal por un proceso vírico, y Miquel
Angel Nadal, que se ha pasado las últimas semanas en la
enfermería.
Luis negó que la ausencia de Colsa obedezca a cuestiones
extradeportivas: «Tenemos veintitantos jugadores y considero que
unos deben estar y otros no. ¡Pero qué problema puede haber cuando
yo me estoy jugando mi prestigio y la posibilidad de seguir en el
Mallorca!», soltó Aragonés antes de añadir que «no tengo ningún
problema no sólo con Colsa sino con ningún jugador. Ahora bien, si
algún futbolista cree eso está faltando el respeto a sus
compañeros».
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.